El pueblo suizo de Port cuenta desde hace un año con una nueva escuela, diseñada por SKOP, que apuesta por la sostenibilidad, convirtiéndose en un edificio no sólo capaz de autoabastecerse, sino de generar un excedente capaz de cubrir las necesidades de otras 50 viviendas.
La escuela, ubicada en una parcela con una ligera pendiente en un barrio residencial de este pueblo del noroeste de Suiza, se adapta al terreno salvando el desnivel existente con una distribución en dos plantas, disponiendo equipamientos exteriores en ambos niveles, zonas de juegos y pistas deportivas, conectados por grandes escalinatas situadas en los laterales del edificio.
La escuela cuenta con una singular geometría escalonada, tanto en fachada como en cubierta, que le permite multiplicar la superficie de la envolvente vertical, permitiendo abrir huecos en distintas orientaciones que proporcionan luz natural a todos los espacios interiores, y de la horizontal, proporcionando una extensa superficie de apoyo para los 1.102 paneles solares que le permiten convertirse en una fuente de energía verde para el pueblo.
Además, la cubierta se integra, gracias a su forma, en su entorno próximo, donde predominan las edificaciones con cubiertas inclinadas a dos aguas.
La escuela ocupa un área de más de 16.000 m2 y tiene capacidad para 280 niños de educación infantil y primaria. Las 12 aulas del conjunto se sitúan en el nivel superior, 9 de primaria y 3 de infantil.
Todas ellas tienen en común el disfrute del espacio bajo cubierta, un techo inclinado que proporciona un espacio singular de gran altura libre, a modo de cabaña, un espacio doméstico, cercano y acogedor para los niños.
Las aulas de infantil cuentan con baños propios y cambiador, zonas de almacenamiento y espacios de trabajo de distintas dimensiones, donde desarrollar actividades individuales o colectivas, con grupos más o menos numerosos.
Tienen acceso directo desde el exterior, conectado con la zona de juegos dispuesta en el jardín contiguo.
Las aulas de primaria disponen de una amplia y diáfana área de trabajo, que proporciona un espacio flexible y adaptable a las distintas formas de trabajo, equipado con un tabique técnico con zona de almacenamiento. Así mismo, cuentan con una o dos salas de menor dimensión para trabajar con grupos más reducidos o de forma individual, adaptándose a las distintas metodologías pedagógicas.
En esta ocasión, los baños se disponen en el amplio corredor central. Las dimensiones de este corredor hacen que se pierda su naturaleza de elemento de circulación, para convertirse en una sala plurifuncional que da servicio a todas las aulas, con las cuales queda conectada a través de amplias puertas de acceso.
Los tabiques técnicos de las aulas tienen continuidad en el corredor, multiplicando la capacidad de las áreas de almacenamiento que pueden ser utilizadas por los niños.
Este espacio interior se inunda de luz natural gracias a la disposición de numerosos tragaluces dispuestos en cubierta.
El acceso a este nivel puede realizarse directamente desde el exterior, desde las entradas situadas en sendos extremos del corredor, o desde las escaleras y ascensores que ascienden desde la planta inferior.
En esta planta se encuentra el acceso principal, marcado y cubierto por el vaciado de una de las unidades, que comunica con un hall diáfano donde se encuentra la escalera principal que asciende hacia la planta superior.
También alberga las áreas administrativas, los talleres y el comedor de la escuela.
El diseño y la construcción del edificio han tenido en cuenta criterios sostenibles que abarcan desde la estructura principal de la escuela, una construcción prefabricada de madera de origen sostenible, así como del conjunto de materiales utilizados en los acabados, productos no tóxicos y desechables de bajo impacto ambiental. La madera está presente también en el cerramiento, los acabados interiores y el mobiliario, convirtiendo al edificio en un gran “contenedor de CO2”.
Además, se han tomado medidas, activas y pasivas, que garantizan el bajo consumo del edificio, apostando por la disposición de una envolvente hermética y aislada, garantizando la renovación continua del aire con un sistema de ventilación mecánica, así como proporcionando una ventilación natural cruzada gracias a la disposición de ventanas con distintas orientaciones en todos los espacios.
La escuela está conectada a la calefacción del distrito, dispone de un sistema de recuperación de calor y todas las luces son LED. Ello, sumado a la elevada producción de los más de 1.100 paneles solares dispuestos en su cubierta, convieten a este edificio en un referente en cuanto a construcción sostenible se refiere.
Imágenes: Simon von Gunten y Julien Lanoo
https://skop-arch.ch/ante-portas/