El proyecto de IDOM genera un espacio interior diáfano, limpio y flexible para adaptar la logística interna a las necesidades de producción y almacenamiento
El edificio se sitúa en el polígono industrial de Carrases en Llíria, tangente a la Autovía de Ademuz que une Llíria con Valencia. Se trata de una gran nave de producción de 50.650 m2, realizada con estructura metálica vista, de color blanco, que genera un espacio interior diáfano, limpio y flexible para adaptar la logística interna a las necesidades de producción y almacenamiento.
En uno de los lados de la nave, el más cercano a la autovía, se sitúan las oficinas de la compañía, divididas en dos grandes bloques denominados tecnológico y corporativo.
El bloque tecnológico ocupa todo el lado de la nave de producción, unos 240 metros de longitud y en el mismo se ubican las zonas de ingeniería, laboratorios e I+D que necesitan estar en contacto permanente con la producción.
El bloque corporativo, se despega de éste y se gira hasta que se coloca paralelo a la Autovía quedando ambos unidos mediante un volumen a triple altura donde se coloca la escalera principal del edificio suspendida en el vacío.
El espacio entre ambos bloques genera un patio interior para generar actividades de descanso y relación al aire libre y protegidos del sol.
En las fachadas se utiliza como elemento principal un panel metálico de color neutro, formando grandes voladizos que protegen del sol del suroeste, generando la imagen del edificio hacia la Autovía. El empleo de la madera en la parte más corporativa genera el carácter interior, cálido y elegante.
IDOM
Fotografías de Aitor Ortiz