Lo que pudo haber sido y no fue. Proyectos de grandes maestros rechazados o simplemente imposibles que nunca fueron llevados a cabo y podrían haber cambiado el más famoso skyline del mundo.
Icono del desarrollo y desafío arquitectónico y los avances en construcción vertical desde finales del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX, la isla de Manhattan marca un antes y un después en la arquitectura con la evolución de su famoso ‘skyline’ hasta nuestros días.
Nueva York ha sido desde su origen una inspiración para cientos de arquitectos llegando hasta la actualidad con una cifra aproximada de 47.000 edificios, a pesar de que la isla de Manhattan es también el hogar de miles de propuestas imposibles, rectificadas o descartadas que nunca se llevaron a cabo. Grandes proyectos, de incluso importantes arquitectos de renombre fueron desechados, sumándose a la incontable lista de aquellos que se han enfrentado a las dificultades de construir en la ciudad. Debido a ello, si las circunstancias hubiesen sido diferentes, grandes obras formarían parte de la ciudad cambiando totalmente su apariencia.
El proyecto Hotel Attraction del magnífico español Gaudí, diseñado en el año 1908 y presentado públicamente por su colaborador Joan Matamala en el año 1956. Un proyecto misterioso sin localización ni nombre del cliente. Se trata de un proyecto que pretendía alcanzar hasta 360 metros de altura, lo que lo hubiese convertido en el hotel más alto del mundo hasta la finalización en el año 1931 del Empire State. Del proyecto de Gaudí solo restan los croquis originales dibujados por la mano del magnífico arquitecto.
Las Torres St. Mark’s-in-the-Bouwerie de Frank Lloyd Wright, un proyecto fechado entre los años 1927 y 1931, formado por un trío de torres que rodearían la Iglesia de San Marcos, dejando espacio suficiente entre los edificios para crear un parque y preservar la iglesia en su sitio original. Un diseño que aboga en contra de las masificación urbanística. Hubiese sido considerado como primer edificio totalmente de vidrio de Nueva York, además de innovador y original, gracias a su sistema estructural donde plantas se encuentran en voladizo fuera del núcleo central liberando las fachadas del edificio. Un proyecto que hubiese desmarcado a la línea arquitectónica de la época.
Gracias al espectacular éxito del museo Museo Guggenheim de Bilbao de Gehry se propuso el proyecto de una nueva sede del museo a orillas del rio, un espectacular edificio de 18.580 metros cuadrados y 40 metros de altura envuelto en láminas de titanio, capaz de albergar impresionantes salas de exposiciones. El final trágico de este proyecto sobrevino debido a problemas financieros de la misma fundación y del cambio radical en el plano político y cultural tras los atentados del 11S.
Los dibujos que mucha gente ha atribuido a Gaudí en realidad son de Matamala , y no hay un solo documento fiable, ya sea factura, plano o escrito que demuestre que no es un invento de Matamala para enaltecer al maestro en una época que su imagen no estaba en los mejores momentos los años 50 del siglo XX
Un cordial saludo