En una cantera abandonada de 88 metros de profundidad, cerca de la ciudad de Shanghai (China), se encuentra uno de los más grandes proyectos del estudio de arquitectura por Jade + QA, un hotel de 337 habitaciones descrito por el equipo de arquitectos como la antítesis de los rascacielos.
Construido en el interior de una antigua cantera, el hotel Shimao Wonderland Intercontinental desciende 16 pisos por debajo del nivel del suelo, un proyecto ganador de un concurso hace ya 13 años por su arquitecto principal Martin Jochman, fundador del estudio Jade + QA.
El concepto de este proyecto se inspiró en la propia cantera y por su entorno natural, naciendo de esta manera un concepto de equilibrio entre arquitectura y paisaje siguiendo el uso de los principios del Tao de Yin Yang.
El edificio con estructura de acero está unido a un acantilado en uno de los laterales de la cantera la cual ha sido escavada por el agua que conforma el lago interior. La edificación desciende por debajo del nivel del agua hasta dos plantas. Un edificio diseñado a modo de cascada de vidrio que, mientras se mimetiza en su contexto, ofrece increíbles vistas del paisaje. Como refuerzo a este concepto, han sido instalados ascensores de observación que dan acceso a todas las plantas.
Las áreas públicas del hotel están ubicadas por encima y por debajo de los niveles de las habitaciones principales. Las dos plantas sobre rasante contienen la recepción de la cantera del hotel, un restaurante e instalaciones para conferencias.
Las piscinas y otras instalaciones para conferencias se encuentran en la orilla del lago, 14 plantas por debajo del nivel del suelo. En cambio, las dos plantas debajo del agua contienen un restaurante y otros dormitorios exclusivos que disponen de vistas a un acuario submarino.
La ubicación única del proyecto, combinada con el desafío estructural de crear un edificio alto que se adjunta al suelo en ambos extremos, junto con muchos otros problemas técnicos y operacionales asociados con la construcción en un lugar tan único y difícil, incluyendo la salida de incendios, la seguridad contra inundaciones y la seguridad contra la caída de rocas, hizo que el hotel haya tardado 12 años en ser diseñado y construido.
Aunque esta no es la primera cantera reutilizada con fines lúdicos y comerciales, el equipo de arquitectos de Martin Jochman cree que el hotel podría ser un modelo arquitectónico y de ingeniería a tomar en consideración.
Fotografía, Blakstation & Kevin.