Arquitectura

IM KULT: de la fábrica al espacio gastronómico cultural

Werner Tscholl convierte una antigua fábrica de jabón de los años 20 en un espacio gastronómico y cultural. En este proyecto pasado y presente se unen para escribir el futuro        

IM KULT: de la fábrica al espacio gastronómico culturalIM KULT obra de Werner Tscholl en Marlengo

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Werner Tscholl convierte una antigua fábrica de jabón de los años 20 en un espacio gastronómico y cultural. En este proyecto pasado y presente se unen para escribir el futuro        

A pocos metros de la orilla del río Adigio, a las afueras de Marlengo en el Tirol del Sur, nos encontramos con esta antigua construcción industrial reconvertida en espacio gastronómico y cultural.
El edificio es una antigua fábrica de jabón construida en 1920, propiedad de la familia de comerciantes Ortner-Kikinger, que tuvo un grande éxito hasta principios de la década de 1970. A partir de los ochenta la fábrica fue abandonada y pasó de mano en mano por diferentes propietarios, hasta que hace unos años el empresario Andreas Eisenkeil la adquirió.
Eisenkeil, propietario y director de la empresa dedicada a la iluminación y el diseño “Lichtstudio Eisenkeil” quiso convertirla en un pequeño centro donde fundir la gastronomía local, el diseño y el arte bajo la antigua estructura industrial.
Amante de la arquitectura contemporanea, Eisenkeil encargó la rehabilitación de la fábrica al prestigioso arquitecto Werner Tscholl, galardonado como “Mejor Arquitecto italiano” en 2016.
La idea era mantener y resaltar la estructura industrial de los años 20 y, al mismo tiempo, conservar la memoria de la histórica fábrica de jabón.

Imagen del patio interior del restaurante

Imagen de la fábrica de jabón durante los años 20

Imagen del interior de IM KULT de Werner Tscholl

La parte más característica del proyecto son los nuevos lucernarios que sustituyen parte de la antigua cubierta y aportan una nueva identidad a la estructura.
Estos lucernarios están revestidos con chapa de aluminio perforada y pintada que además de permitir la entrada de luz cenital durante el día, de noche se convierten en puntos de luz que brillan a través de las láminas perforadas e iluminan el exterior del edificio. En el interior del edificio, estas perforaciones están iluminadas con colores cálidos.
El protagonista de la obra es, sin lugar a duda, el proyecto de iluminación a cargo de Lichtstudio Eisenkeil junto con la colaboración de la renombrada Viabizzuno, que unidos consiguen dotar el proyecto de una atmósfera acogedora y envolvente.
Han reservado para el área de los baños una iluminación con luces de colores cambiantes que convierten esta zona de servicio en un espacio con un diseño muy particular.

Detalles de los lucernarios de la nueva cubierta de la fábrica

Imagen de detalle de la parte exterior de los lucernarios de la nueva cubierta de la fábrica

Imágenes del interior del restaurante y los nichos de madera

El proyecto conserva los muros y ventanas exteriores originales, pero aún así se han realizado unas grandes ventanas giratorias de 3x3 metros que garantizan el aislamiento necesario sin modificar la imagen original de la fábrica.
Esta rehabilitación se caracteriza por su atención al detalle y a la historia del edificio aportando una nueva savia con mirada contemporanea.
En la planta baja del edificio se sitúan una concept store que ofrece objetos de diseño, muebles y libros, y el bistró que celebra las especialidades de la gastronomía local.
En el restaurante, Werner ha diseñado una hilera de nichos de madera con asientos que recuerdan la tradicional stube tirolesa, y que al mismo tiempo, narran el trabajo de la antigua fábrica a través de estampas de la época.

Imagen de la zona de baños

Imagen del interior de la zona de baños

Imagen del interior de la concept store
Fotografía de IM KULT

En la parte superior se situa la zona de atelier, donde a menudo se realizan exposiciones y eventos de artistas locales.
La esencia del proyecto es la intención de preservar un trocito del ayer y al mismo tiempo escribir una nueva historia, de esta forma el pasado y presente se unen para componer el futuro.

Werner Tscholl
Escrito por Aina Pérez i Verge desde TURÍN
Fotografías de Rene Riller

 

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