De la mano del estudio de arquitectura de Javier Senosiain, Arquitectura Orgánica, nace el proyecto Oficina Cueva. Una obra que rompe con los parámetros del diseño de espacios de oficina tradicionales
Fotografía de Julieta Badillo
Los espacios de trabajo han sido creados tradicionalmente como lugares eficientes y funcionales. Espacios donde exprimir las capacidades de trabajo de sus usuarios, pero que bajo unos parámetros de diseño equivocados pueden ser la receta perfecta para el desastre.
Javier Senosiain, arquitecto y docente especialista en arquitectura orgánica, reflexiona sobre diferentes aspectos que podrían ser considerados como indispensables para la creación de espacios donde los creativos de la construcción, diseñadores y arquitectos, disfruten de sus beneficios. El arquitecto rompe con la estandarizada caja de cristal, tan recurrente en el diseño de oficinas, con la intención de crear espacios de trabajo adaptado al cuerpo humano, consiguiendo una reconciliación con el entorno y los limites y funciones de los espacios.
Un total de 202 metros cuadrados dan lugar a la Oficina Cueva creada por Javier Senosiain en Ciudad de México, México. Un proyecto en el que se da prioridad a la calidez y la comodidad de sus usuarios, un ambiente perfecto capaz de aportar libertad, espontaneidad y creatividad.
Fotografía de archivo de Senosiain
Fotografía de archivo de Senosiain
Bajo un prisma de diseño orgánico, la Oficina Cueva ha sido concebida como un lugar que sigue el ritmo natural de los movimientos humanos, donde el mobiliario integrado facilita la circulación.
La oficina consta de un espacio dos zonas principales: un amplio taller y una zona privada.
Fotografía de archivo de Senosiain
Fotografía de archivo de Senosiain
Fotografía de archivo de Senosiain
Dos grandes mesas de trabajo creadas para el trabajo en equipo dividen las funciones del taller: una está dispuesta para el diseño por ordenador y la otra para la creación de maquetas. Un ambiente concebido para que el personal creativo pueda interactuar. Además, este gran espacio está vinculado a una terraza multiusos, donde los trabajadores pueden comer, descansar o incluso trabajar al aire libre. Un lugar que permite el contacto con áreas y vistas verdes, con la ciudad de fondo.
El ambiente privado se compone de dos cubículos que se perciben como cuevas y un volumen circular que funciona como sala de reuniones, tanto para uso privado como para miembros del equipo o presentaciones con clientes.
Fotografía de Julieta Badillo
Fotografía de Julieta Badillo
Para definir los nuevos espacios se diseñaron esqueletos de madera de pino en sentido transversal revestidos con delgadas lamas y, como acabado, revestimiento de raíz de arce en paredes, techos y suelos. La superficie de trabajo del mueble se recubrió con cuero, material que permite trabajar sobre una extensión cómoda y suave.
Fotografía de Julieta Badillo
Y para completar el espacio, el diseño de iluminación estratégico de la mano de Saas-lighting fue esencial. Una suave y cálida luz cambiante y perfectamente combinada con la luz natural que inunda el espacio, añaden los estímulos sensoriales adecuados para un espacio de trabajo creativo.
Fotografía de Julieta Badillo y Francisco Llubert
Imagen de portada de Francisco Llubert