La crisis del Hormigón 'reforzado' pone en riesgo la infraestructura pública de Reino UnidoReino Unido se encuentra al borde del colapso debido al inesperado fin de la vida útil del hormigón celular reforzado curado en autoclave (RAAC), usado de manera generalizada en la década de los 70 en el Reino Unido para la construcción de escuelas, hospitales y otros edificios públicos
El derrumbamiento este verano de una escuela construida con este tipo de hormigón aligerado ha iniciado una crisis que ha obligado a cerrar cientos de escuelas británicas en el arranque del curso, y que puede afectar también a decenas de hospitales y otras edificios públicos y privados.
El Gobierno de Rishi Sunak ha publicado la lista oficial de escuelas que han resultado afectadas hasta la fecha. La cifra asciende a 156, de las cuales 52 ya han cerrado sus instalaciones, mientras que las restantes 104 se encuentran en proceso de hacerlo. Es importante señalar que este número podría aumentar significativamente una vez finalicen las inspecciones, teniendo en cuenta que muchos colegios privados, a pesar de no estar contemplados en el análisis gubernamental, también pueden verse afectados por este tipo de hormigón.
letrero anuncia el cierre de una sala en la escuela primaria de Parks de Leicester por un techo de hormigón peligroso, Jacob King/PA/Getty
Y es que resuelta que este hormigón conocido por sus siglas en inglés como RAAC (Reinforced Autoclaved Aerated Concrete) es un prefabricado utilizado comúnmente en la construcción de paredes, paneles, bloques y elementos de construcción en general y que al añadir en a su mezcla un agente expansor como el polvo de aluminio, consigue mejoras de aislamiento acústico y térmico, mayor resistencia y ligereza. Sin embargo, a lo largo de los años, se ha descubierto que el RAAC tiene problemas de durabilidad y seguridad.
Desde el año 1996, una entidad gubernamental encargada de la seguridad de los edificios ya advertía el peligro al señalar la proliferación de grietas en los techos de los paneles de hormigón en cuestión, además de establecer una vida útil máxima de 30 años.
A partir de ese momento, diversos informes han documentado los riesgos inherentes y han recomendado llevar a cabo inspecciones periódicas. La tragedia se hizo evidente en julio de 2018, cuando el techo de una escuela primaria en Gravesend, Kent, colapsó de forma abrupta. Este suceso ocurrió en un edificio con apenas 29 años de antigüedad, lo que llevó al cierre temporal de la escuela y desencadenó una serie de advertencias y precauciones en relación con el uso de este material.
El 16 de agosto de este año, el organismo regulador nacional de Salud y Seguridad en el trabajo emitió un comunicado sin precedentes, declarando que la vida útil del hormigón RAAC había llegado a su término y que se encontraba en riesgo de colapsar sin previo aviso. Instó a los responsables de la gestión, el mantenimiento o las modificaciones en edificios públicos a tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad de las estructuras.
El Dr. John Roberts, que fue presidente del organismo profesional a principios de la década de 2000, en una carta enviada al diario The Times, escribió: “Como ingeniero estructural colegiado en práctica activa desde principios de la década de 1970, nunca consideré usar RAAC porque no ‘parecía’ correcto para estructuras permanentes” y añadió que el "RAAC es particularmente vulnerable cuando se utiliza en estructuras de tejados planos, ya que la naturaleza porosa del hormigón celular significa que, la más mínima entrada de agua, provocará una corrosión grave del refuerzo de acero incrustado".
Seguía argumentando que los bloques aireados, comúnmente conocidos como bloques de brisa, siguen siendo ampliamente utilizados en la actualidad debido a que las burbujas de aire presentes en el material proporcionan un importante beneficio en términos de aislamiento, considerándose un material seguro para su aplicación en paredes. El problema surge cuando se refuerza con acero y se emplea en techos de espacios amplios. "Si se utiliza en un techo y se encuentra cualquier nivel de humedad en esa área, las barras de acero se corroerán", explicó. "La corrosión provoca una expansión, ya que el óxido ocupa aproximadamente seis veces más volumen que el acero original. Esto, a su vez, puede generar grietas y eventualmente llevar a la caída del concreto", detalló.
El primer ministro, Rishi Sunak, intenta mantener la calma, afirmando que "la mayoría" de las escuelas están en condiciones de recibir a los estudiantes. Pero la realidad es que las escuelas llevan años solicitando reparaciones, e incluso la reconstrucción completa de edificios construidos en las décadas de 1960, que ahora se ven afectados por este peligroso hormigón, así como otros problemas como cortocircuitos, mala ventilación y filtraciones.
Sunak defiende las decisiones de su partido argumentando que la mayoría de las escuelas afectadas por los cierres son de primaria. Sin embargo, algunas de las escuelas más afectadas en la actualidad, 13 de las cuales utilizaban hormigón RAAC, son precisamente aquellas que sufrieron los recortes, y que ahora están cerradas.
El primer ministro británico, Rishi Sunak
Además, un informe gubernamental de 2021 sobre el estado de 22,000 colegios en Inglaterra estimó que se necesitaban reparaciones urgentes por un valor de £11,400 millones. Mientras tanto, los ministros se enfrentan a demandas para acelerar las inspecciones de las escuelas después de reconocer el domingo que podrían pasar meses para descubrir toda la extensión del hormigón peligroso en las aulas.
