Un equipo multidisciplinar de investigadores de UCLA Luskin School of Public Affairs, compuesto por ingenieros, científicos de materiales y economistas, se encuentran en proceso de desarrollo de una tecnología capaz de capturar el dióxido de carbono que emiten las chimeneas de las centrales eléctricas, y reutilizarlo en la fabricación de un nuevo hormigón sostenible, al que denominan "CO2NCRETE", que se fabricaría con impresoras 3D.
La producción de hormigón supone en torno al 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, pero las mayores fuentes de emisión son las chimeneas de las centrales eléctricas, uno de los mayores problemas ecológicos globales que existen hoy en día, que se ve agravado en países como Estados Unidos, China e India.
La tecnología que plantea el equipo de investigadores de UCLA presenta como novedad, no el hecho de capturar las emisiones de CO2, sino la posibilidad de reutilizarlo y transformarlo en un nuevo material de construcción, obteniendo hormigón de modo más sostenible.
La producción del nuevo material se ha realizado hasta ahora a nivel de laboratorio, elaborando pequeñas probetas con forma de cono utilizando impresoras 3D. El reto que se plantean los investigadores es dar el salto de escala, llegando a la producción de elementos constructivos tipo viga a tamaño real.
Una vez lo consigan, el siguiente paso será que el mundo de la construcción apueste por esta nueva tecnología ecológica de producción de hormigón, que se presenta como posible solución a uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las generaciones del siglo XIX.