Arquitectura

MUDEC: el proyecto que parecía interminable de David Chipperfield

Durante la Expo 2015 de Milán, se inauguró el Museo de las Culturas (MUDEC) obra del estudio británico David Chipperfield Architects. El espectacular museo se sitúa en una ex-zona industrial de la ciudad

MUDEC: el proyecto que parecía interminable de David ChipperfieldMUDEC: el proyecto que parecía interminable de David Chipperfield

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Durante la Expo 2015 de Milán, se inauguró el Museo de las Culturas (MUDEC) obra del estudio británico David Chipperfield Architects. El espectacular museo se sitúa en una ex-zona industrial de la ciudad

vista exterior de los volúmenes del edificio revestidos en zinc-titanio

El Museo de las Culturas de David Chipperfield se alza en una vasta zona industrial de la ciudad, original de principios del 1900. Toda esta área se convirtió durante los años 80 en una importante zona de fermento creativo milanés, cuando las antiguas fábricas se transformaron en laboratorios y estudios ocupados por artistas, diseñadores, modistos, fotógrafos y comunicadores.

En 1990, el Ayuntamiento de Milán compró el espacio industrial Ansaldo, donde anteriormente se fabricaban trenes y tranvías, para convertirlo en un gran polo cultural. Pero no será hasta 1999 que la administración lanzará un concurso internacional para realizar un nuevo complejo multidisciplinar de más de 17.000 m2, lugar de encuentro de las diferentes culturas y comunidades de la ciudad. El ambicioso proyecto que se llamará “Ciudad de la Cultura”, consta de un programa extenso compuesto por numerosos nuevos equipamientos, que incluyen un museo arqueológico, un centro de cultura extra europea, un centro de estudio de artes visuales, una escuela de cine y televisión e incluso un laboratorio de marionetas. El concurso adjudicado al estudio de David Chipperfield finaliza en el año 2000 pero el nuevo polo cultural tardará 15 años en abrir sus puertas.

vista exterior del edificio con contexto industrial.

vista exterior nocturna de los volúmenes del edificio revestidos en zinc-titanio y atrio iluminado

La parte más emblemática de todo el proyecto es el “Centro de las Culturas”, y el icono que lo identifica es el gran volumen del hall que recuerda mucho las formas orgánicas de Alvar Aalto. Se trata de una gran linterna luminosa acristalada, quizás la única forma ondulada y orgánica diseñada hasta el momento por Chipperfield.

vista exterior nocturna del patio de entrada del museo

El arquitecto crea un hall que es también una plaza pública interior, accesible a todos aunque no se visiten las exposiciones del museo. Precisamente éste es el punto de vista privilegiado del proyecto, ya que desde el exterior el museo pasa prácticamente desapercibido al transeúnte. Este espacio principal se ve un poco presionado por la densidad del programa, y durante los años pierde tamaño y versatilidad ya que las ventanas pasan de practicables a fijas. No obstante eso, se sigue consiguiendo la ilusión de un grande y espectacular espacio.

vista interior ingreso museo y escalera al fondo y gran forjado reticular

Para acceder a esta plaza interior, el visitante llega a través del ingreso, una especie de sala hipóstila un tanto oscura y de poca altura. Un espacio comprimido por un gran forjado de 1 metro de altura con grandes casetones prefabricados a vista, soportado a su vez por una malla regular de columnas de 80 cm de diámetro. Desde esta entrada, se conduce el visitante hacia una escalera negra que le llevará a un espacio casi secreto, aumentando así la teatralidad y la sorpresa que reserva el gran atrio de luz interior.

vista de la escalera acceso hall

forma orgánica del hall del museo

Las salas expositivas rectangulares se disponen en forma de cluster, comunicadas de mayor a menores dimensiones, para permitir la organización de los temas de general a particular. Sin embargo, el sistema consiente también cambiar esta disposición por un recorrido en forma de anillo sin interrupciones, comunicando las galerías del museo, para exposiciones con lecturas más transversales. La estructura de las salas es un conjunto de cajas de hormigón armado construidas en obra sobre el gran forjado reticular. Las galerías siguen el principio de Adolf Loos según el cual la altura de la sala será proporcional a su superficie, y en consecuencia a más superficie, más altura. Desde el exterior, los volúmenes dispuestos alrededor de la flor de cristal opalescente, aparecen simples y revestidos de zinc-titanio, rindiendo homenaje al entorno industrial existente. La iluminación de las salas del museo se consigue con luz natural cenital complementada con iluminación artificial difusa y regulada de forma automática, realizada con plafones Barrisol. Los acabados son muy simples, paredes blancas y pavimentos gris oscuro de basalto del Etna.

vista del atrio interno, hall del museo

vista del atrio interno, hall del museo. Imagen VERTICAL

El edificio del museo, ultimado en 2013, permaneció vacío durante dos años. Durante este tiempo, Chipperfield fue muy crítico con la ejecución de algunos acabados, en particular la disposición de las baldosas del pavimento, pero también con la administración al optar por dejar vacío un gran equipamiento de la ciudad. Fue también el arquitecto quien sugirió cambiar el nombre del proyecto que pasó a denominarse “Museo de las Culturas” (MUDEC) antes de su inauguración durante la Expo 2015.

vista de las galerías expositivas

vista del atrio interno desde las salas expositivas

David Chipperfield Architects

Escrito por Aina Pérez i Verge desde TURÍN
Fotografías de Oskar Da Riz

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