Representación, ocio y trabajo son 3 conceptos clave para entender el diseño de cualquier espacio de oficinas para una empresa. Sin embargo, identidad e inclusión son 2 conceptos imprescindibles para articular la vida en común de cualquier grupo de personas
Atlántica Agrícola ha construido su historia a partir de la innovación, primero, y exportación, después, de fertilizantes. En este momento de madurez nos plantean el reto de juntar oficinas y fábrica o, dicho de otro modo, mover sus obsoletas oficinas en el casco urbano al polígono industrial de Villena. La idea es duplicar la capacidad de las oficinas, por una parte, y facilitar la gestión de la producción, por otra.
Sin embargo, el contexto nuevo en el que las nuevas oficinas suceden nada tiene que ver con el original. La Corredera -calle principal de Villena y en donde se produce la mayor parte de la vida social, comercial y representativa de la ciudad- da paso a una rotonda en donde confluyen dos carreteras comarcales de tráfico considerable. Si bien la propia urbanidad de la primera localización dotaba a las oficinas de cierta identidad, nada de esto sucede en el nuevo contexto. De hecho, éste se caracteriza no sólo por la excesiva abstracción de sus edificaciones sino por la ausencia de calle, espacio público, vida exterior, referencia a la escala humana… lo que viene a ser la escena habitual de nuestros polígonos industriales.
Planteada esta situación, el principal reto pasa por generar cierto sentido de identidad sobre el que construir un lugar que no sólo sea capaz de “representar” la empresa sino de formar cierto sentido de pertenencia a un grupo de personas (trabajadores), pero también de humanizar su entorno más inmediato generando, a su vez, ciertos valores de confort doméstico en el espacio de trabajo y ocio de las oficinas.
Al igual que las naves vecinas, el nuevo edificio de oficinas es un volumen abstracto en su exterior pero doméstico en su interior. Las lamas de su fachada, con 80 cm de profundidad, están diseñadas para una triple función: para atenuar la incidencia solar en los meses más calurosos, con todo lo que ello implica; para contribuir al confort interior restringiendo la apertura y visibilidad del espacio de trabajo hacia el exterior; y, por último, para construir un acontecimiento “urbano” puesto que la imagen pública del nuevo edificio de oficinas será distinta en función del punto de acceso a la rotonda. Sus lamas verticales no sólo recuerdan el ritmo de surcos de arado sino que por uno de sus lados reproducen los colores característicos de los campos de cultivo mientras que por el otro muestran el dibujo más corporativo de la empresa: una parénquima.
El volumen se independiza “formalmente” de sus naves industriales vecinas a través de un cuerpo neutro de vidrio que permite, a su vez, introducir luz natural en las medianeras. Por otro lado, el ligero retranqueo respecto al linde de parcela permite la colocación de una franja arbórea entre el nuevo edificio y las carreteras adyacentes que actúa como amortiguador acústico, por una parte, y como fachada verde de los espacios interiores de trabajo, por otra.
La imagen representativa que construye la fachada hacia el exterior juega también un papel fundamental en la experiencia interior. El juego de luces y colores que produce el sistema de lamas verticales en el interior “se amplifica” a través de una sección escalonada que permite percibir la altura total de la fachada desde cualquier punto de los espacios de trabajo. Este escalonamiento sigue criterios clásicos de jerarquía empresarial: dirección arriba, departamentos en medio y zona pública abajo. Pero también sigue las expectativas de crecimiento de plantilla de la empresa y, por tanto, la lógica de flexibilidad de reconfiguración de las distintas plantas.
Sin embargo, el aspecto fundamental de esta tipología de oficina “en cascada” es romper la jerarquía vertical impuesta mediante la construcción de un espacio único, abierto e inclusivo en la que todos los empleados participan espacial y fenomenológicamente por igual de todo lo que acontece dentro. Se busca, así, dar visibilidad interior a todos los procesos, negociaciones y acontecimientos que normalmente acontecen en cualquier espacio de oficinas con la particularidad de que la figuración mediante lamas de un “escenario policromático corporativo” sirve como telón de fondo a esta cotidianeidad.
Buscamos así no sólo construir cierto sentido de identidad empresarial sino más bien cierto sentido de identidad de grupo vinculado a una empresa: Atlántica Agrícola.
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Fotogradías de David Frutos