Principios de la arquitectura nórdica

Cuando hablamos de arquitectura nórdica nos referimos a la propia de Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca e Islandia. Fue a partir del año 1930 con la aparición de figuras que resultaron trascendentes en el mundo de la arquitectura y el diseño de estos países, que la arquitectura nórdica empezó a difundirse en el panorama internacional

Después de la Segunda Guerra Mundial llegó a ser un estilo reconocible en el que destaca lo orgánico de sus construcciones, la combinación de lo rural con lo urbano, el abandono del rígido formalismo, en pro de la espontaneidad, y la adaptación de las construcciones a los materiales tradicionales del lugar.

Son máximos exponentes de esta fama mundial de la arquitectura nórdica arquitectos y diseñadores de la talla de los finlandeses Eric Bryggman y Alvar Aalto, los daneses Kay Fisker y Arne Jacobsen y el pintor y diseñador de interiores sueco Carl Larsson.

Te invitamos a profundizar un poco más esta corriente estética y a descubrir el porqué de su éxito.

Los principios que rigen esta arquitectura y que configuran sus características esenciales haciéndolo un estilo fácilmente reconocible más allá de sus fronteras son los siguientes:

1. 
   Simplicidad y minimalismo. La arquitectura nórdica busca un estilo simple, de líneas limpias y sencillas. Se pretende la simplicidad tanto en la forma como en la función. Según afirmaba el mencionado arquitecto finlandés Alvar Aalto “todo lo superfluo termina siendo feo”.
2. 
   Materiales naturales. El empleo en las construcciones de materiales naturales es una de las señas más identificativas de la arquitectura nórdica. Esencialmente se trabaja la madera, la cual aporta calidez no sólo visual, sino que funciona como un gran aislante natural.
   
   La madera más utilizada es la de pino rojo, que abunda en los extensos bosques de estos países y resulta un material de instalación rápida, económico y de bajo impacto ambiental. Estos pinos son talados en los meses más fríos del año cuando contienen la mayor cantidad de resina, lo que les da más resistencia. La madera del pino rojo es bastante útil en un clima tan frío pues es un aislante natural y mantiene el calor en el interior de la estructura.
3. 
   Máximo aprovechamiento de la luz y colores claros. Los países nórdicos son países que tienen en invierno escasas horas de sol, de manera que otro de los principios de su movimiento arquitectónico es la apertura hacia el exterior a través de amplios ventanales y la utilización en el interior de las viviendas del blanco como color principal u otras tonalidades claras que reflejen la luz.
4. 
   Ecología e integración con la naturaleza. Los países nórdicos disfrutan de grandes parajes forestales y naturales de gran belleza y existe en la población una gran concienciación ecológica que se transmite a la arquitectura de manera que la planificación urbanística proyecta al milímetro la integración de las construcciones con su entorno, con el máximo respeto al medio natural y la mejor gestión para su aprovechamiento.
   
   Se trata de construcciones cuyo objetivo es el ahorro energético (ahorran hasta un 70 % de consumo energético) a través de materiales aislantes, un riguroso control de infiltraciones, y un máximo aprovechamiento de la energía del sol.
5. 
   La búsqueda de la felicidad. Todos los principios anteriores tienen por objetivo la felicidad de los habitantes de las viviendas proyectadas. Finlandia, Dinamarca, Noruega, Islandia y Suecia encabezan cada año la lista de las naciones más felices del mundo que elabora la Red de Soluciones para un Desarrollo Sostenible.

Tal es la importancia del aspecto espiritual de la búsqueda de la felicidad, que los nórdicos han conseguido exportar más allá de sus fronteras términos como “Hygge” y “Lagom”, dos palabras de moda, danesa y sueca respectivamente, vinculadas al mundo de la arquitectura, el diseño y la decoración de interiores que expresan que el secreto de la felicidad de los países nórdicos se esconde en la simplicidad de los momentos cotidianos.

Instantes y recuerdos que se comparten en el seno del hogar y que deben ser tenidos en cuenta y fomentados a través de la construcción y diseño de las viviendas en que tendrán lugar. Si queremos ilustrar esos momentos podemos pensar en una jornada de lectura al calor de una chimenea, abrigados con una manta y reposando nuestro cuerpo en una cómoda butaca mientras disfrutamos con una taza de chocolate caliente. ¿Se puede superar ese plan para una fría tarde de invierno?

La globalización de estos principios de la arquitectura, que se han convertido ya en un modo de vida, ha sido tal que se han llegado a acuñar nuevas palabras para definir el resultado de la fusión entre el estilo propio de la arquitectura nórdica con las características del diseño de otros países. Así ha sucedido con la elegancia de la arquitectura y el diseño japonés dando lugar a la tendencia denominada “Japandi” o el denominado “Scandifornian” resultado de la fusión del estilo nórdico con el californiano

Hoy en día, se puede considerar a Copenhague como una de las grandes capitales del diseño y la arquitectura, siendo Dinamarca el más potente de los países nórdicos en cuanto a creatividad y diseño, y Suecia el socio perfecto en la popularización y expansión del diseño y la filosofía nórdica. Las propuestas nórdicas han contribuido a democratizar el mundo de diseño mobiliario, resaltando la importancia de la naturaleza, de la luz y de la sencillez.

Tal es la difusión mundial de este tipo de arquitectura, diseño y filosofía de vida que es muy habitual tener decoración nórdica en los hogares. Ya que los elementos decorativos nórdicos están muy extendidos y dan un aspecto más elegante a una casa. Por lo que se puede hablar sin lugar a dudas de una visión holística de la arquitectura de estilo nórdico que va mucho más allá de Suecia, Finlandia, Islandia y Dinamarca.