RESTAURACIONES CON HISTORIA

Reconstrucción del “campanile” de San Marcos

En la plaza de San Marcos de Venecia hace poco más de 100 años se producía uno de los colapsos más impactantes de la historia, el campanario se derrumbó dejando un mar de escombros sobre la plaza. Ante la conmoción popular se reconstruyó el a imagen del anterior, así, el que contemplamos hoy en día no es el original del siglo XV.

Reconstrucción del “campanile” de San MarcosReconstrucción del campanile de San Marcos, Luca Beltrami

En la plaza de San Marcos de Venecia hace poco más de 100 años se producía uno de los colapsos más impactantes de la historia, el campanario se derrumbó dejando un mar de escombros sobre la plaza. Ante la conmoción popular se reconstruyó el a imagen del anterior, así, el que contemplamos hoy en día no es el original del siglo XV.




El 14 de julio de 1902 se derrumbó el campanario de Venecia, símbolo máximo de la ciudad. La ruina del “campanile” conmocionó a medio mundo, muchas opiniones al respecto y muchas propuestas dispares para su intervención como la reconstrucción en estilo gótico que proponía Dear, en estilo ecléctico de base románica de Collamarini o en estilo modernista de Graetz, este último atendiendo a la opinión de Otto Wagner de que debía emplearse un lenguaje moderno y no historicista.  Wagner incluso apuntó que sería mejor cambiar su emplazamiento para despejar la plaza, surgieron así propuestas que lo colocaban en diversos lugares.





Finalmente se optó por la opción más sensata se decidió reconstruir tal como era.



En aquella época Italia mantenía un especial sentido común por la conservación y restauración de sus monumentos, sensatez proclamada por Boito, que debió pesar en políticos, arquitectos e ingenieros que decidieron reconstruirlo “dov’era, com’era” - donde estaba, como era-, según el proyecto de Luca Beltrami. En aquel momento no había legislación ni cartas internacionales que prohibiesen tal reconstrucción, de modo que estudiando el caso concreto se optó por devolver la imagen a la plaza, la identidad a un pueblo.





Surgió la duda de si reconstruyéndolo tal cual era volvería a caer, pues se pensaba que el problema estaba en los cimientos. Por ello se realizó un estudio detallado del terreno y la cimentación y se verificó que no fue el origen del colapso. Las cimentaciones en Venecia se realizaban a base de palos de madera dispuestos de manera continua hasta consolidar y encima se colocaban capas de piedra caliza del lugar, de gran dureza, alternas con capas de arena.



El arquitecto, Luca Beltrami, mantuvo la cimentación antigua pero ensanchándola, reconstruyó el campanario fiel al original pero más ligero y reforzó la estructura y el muro de la caja de escaleras aumentando su resistencia, pues él intuía que éste había supuesto el desencadenante. Aunque la verdadera causa del derrumbe fue la fatiga del propio material. Los muros de ladrillo tan altos soportaban su propio peso y la carga añadida de la aguja renacentista, que aunque no muy pesada acabó causando rotura frágil del ladrillo, aparición de grietas verticales. El nuevo “campanile” se construyó con ladrillo rojo del momento y no con el original bizantino.



 





© Plano Antonio Quadri  -ilustración de D. Moretti de 1831-.