La firma de diseño Design Studio Minoo* es la responsable del proyecto del nuevo restaurante Seiromushi. Una obra cuyo concepto recae en un diseño moderno atemporal que hace uso de materiales naturales y sencillas lineas geométricas
Con una superficie total de 695 metros cuadrados, el nuevo restaurante Otsu-Seiromushi se encuentra en el distrito de Yeongdeungpo-Gu de la ciudad de Seul. Un espacio creado por la firma de arquitectura y diseño Design Studio Minoo* que pretende encontrar la formula de la atemporalidad en la arquitectura, una obra que busca la eterna juventud del diseño.
La entrada al local ofrece una bifurcación en el camino de los clientes, dos opciones que dan lugar a dos ambientes dispares.
Accediendo por la entrada derecha, el primer espacio que encontramos es el salón principal en el que una tenue luz que cae desde el alto techo, un juego de luces indirectas y retroiluminación que ofrece un paralelismo con la niebla sobre un estanque al amanecer. Las diferentes áreas para los comensales, con diferentes niveles de intimidad, se encuentran abrazados por muros de piedra natural, superficies con materiales reflectantes y techos facetados. Todo ello distribuido alrededor de un estanque conceptual con elementos de piedra natural tallada del artista Tae-soo Lee.
El espacio tras la entrada izquierda es una sala en la que una de sus paredes ha sido creada para reflejar la luz del espacio e inundar todo el ambiente al completo mientras nos recuerda al sol que brilla a través de los árboles, expresando la belleza de la luz natural. Esta sala da paso a una secuencia de mesas privadas y conecta al mismo tiempo con el salón principal. En ella encontramos también una obra del artista Tae-soo Lee, una réplica simplificada del estanque conceptual del gran salón.
Las diferentes alturas de techo, así como de materiales a lo largo del restaurante, consigue ofrecer una amplia variedad de experiencias sinestésicas. El restaurante Otsu-seiromushi brinda varias experiencias en cada rincón a través de su diseño, como es el caso de su sistema de iluminación el cual varia dependiendo del momento del día, así como la estación del año, para que sus clientes puedan disfrutar de un espacio sensorial rico e interesante.
El material de acabado elegido para las paredes de todo el local fue una pintura especial de tonos cálidos y texturizada para expresar una cercanía con la tierra, en cambio, en las mesas semi-privadas se utilizó madera para conseguir independencia espacial y diferenciarse del resto de la sala. Los muros divisorios fueron revestidos con mármol negro para conseguir una estética de elegancia y fuerza, un material que se entrelaza a la perfección con un porcelánico gris elegido para el pavimento.
La paleta de materiales es rica en texturas y acabados, de origen natural, mientras que las lineas del diseño elegidas son minimalistas sin pecar en la simplicidad. Una decisión que consigue cumplir con el objetivo de crear una obra perpetua en el tiempo.
Design Studio Minoo*
Fotografía de Yong-joon Choi