Proyectado por JAS Arquitectura, la Torre Sakura trata de un edificio singular de viviendas que se presenta al peatón como una escultura en la imagen urbana de Benidorm
Benidorm representa sin duda el paradigma de la edificación en altura de todo el Arco Mediterráneo. Su Plan de Ordenación Urbana ha permitido y potenciado desde 1958, con sus sucesivas modificaciones, la proliferación de esta tipología edificatoria.
Torre y entorno
La edificación en altura, junto con una planificación de la trama urbana a largo plazo, ha permitido un uso más eficiente del suelo y, en cierto modo, una socialización del lujo al permitir que la mayoría de las viviendas proyectadas en los últimos 30 años disfruten de un modo u otro de vistas al mar y de cercanía a la playa.
Pétalos
Además, el sistema urbanístico de Benidorm genera el caldo de cultivo adecuado para la creación de edificios singulares con una marcada presencia debido a sus dimensiones y esbeltez. Es aquí donde la responsabilidad de los arquitectos y proyectistas cobra un papel muy importante en lo que acaba siendo la imagen urbana de la ciudad.
Forma y eficiencia
Siempre resulta compleja la resolución de la ecuación eficiencia / coste / belleza / forma / función ya que son muchos los factores que intervienen desde el momento en el que se plantea una promoción hasta que se acaba construyendo.
Abanico
Con la Torre Sakura se ha aportado un granito de arena al skyline de Benidorm sin perder de vista nunca la funcionalidad de las viviendas ni, sobre todo, la viabilidad del proyecto.
Mirada al mar
Se ha maximizado la distribución en planta de modo que prácticamente el 100 % de las estancias tiene vistas al mar. También se han aglutinado los elementos de comunicación en la parte trasera del edificio y trabajado toda la envolvente con una piel de composite de modo que desde la mayoría de los ángulos la Torre Sakura se presenta más como una escultura que como un edificio.
Interior de las viviendas
Durante los últimos años, la edificación en altura que ha proliferado en esta zona se ha centrado en la fachada principal, la que da al mar, olvidándose en cierto modo del resto. No obstante, es precisamente la fachada trasera la que realmente se presenta al peatón como la fachada principal o de acceso.
Programa colectivo
Con todo ello se ha buscado que el edificio se presente al viandante con su frente más escultórico, más amable. A modo de pétalos gigantes que abrazan la edificación residencial sin mostrar la evidencia de sus unidades de habitación.
Naturaleza escultórica
JAS Arquitectura
Fotografías de Joan Guillamat