LIVING IN LIME es un edificio de 42 viviendas de protección oficial diseñado por Peris + Toral Arquitectes en la localidad mallorquina de Son Servera
El edificio ocupa una parcela rectangular irregular con fuerte pendiente, que condiciona la disposición y morfología de los volúmenes, delimitada por 3 calles y un camino que conecta con la Vía Verde, un sendero proyectado en 2014 sobre el trazado de la antigua vía del tren, en desuso desde 1977.
La construcción se distribuye en dos volúmenes que se alinean a dos calles, creando un espacio intermedio entre ambos que actúa de corredor de acceso a las viviendas.
Las dos esquinas opuestas del solar se vacían, creando sendos patios cercados por la tapia perimetral, situándose el acceso al edificio por el más cercano al casco antiguo, constituyendo el otro un mirador con vistas al mar.
Estos corredores exteriores permiten crear en ambas pastillas viviendas pasantes que garanticen un óptimo comportamiento higrotérmico gracias a la ventilación cruzada.
A su vez, queda protegido del sol gracias a la disposición de lamas equidistantes y rejilla metálica, que matiza la fuerte luz mediterránea.
Los accesos a las viviendas quedan definidos por una estructura de madera que marca su situación por contraste de color y textura del material con el resto de acabados continuos de colores claros. Junto a ellas se crean aberturas en el forjado que otorga privacidad a los espacios interiores y mejora su ventilación.
La tipología de vivienda cuenta con unidades de una y de dos habitaciones, existiendo un piso de 3 habitaciones. En todos los casos la terraza de acceso desde el corredor interior queda comunicada con la terraza exterior situada en la fachada principal por un espacio diáfano pasante que alberga todos los espacios de día.
La materialidad del edificio se inspira en la arquitectura vernácula de la zona, optando por materiales locales y ecológicos que armonicen con el entorno, como la teja árabe de las cubiertas inclinadas y los pétreos que revisten las fachadas.
En la envolvente se diferencia el material del zócalo inferior, una piedra blanca más dura y menos porosa, capaz de cumplir con las exigencias del CTE, y otra arenisca más porosa y en tono ocre para las partes superiores del cerramiento.
Se trata de una envolvente de gran eficiencia, constituida por fábricas de ladrillos huecos H20, piezas cerámicas cocidas con biomasa de la industria local, con sus huecos en posición vertical rellenos de arena, aumentando así su inercia térmica.
En el caso de las fachadas interiores se opta por un sistema SATE de corcho de 10 cm de espesor revestido con revoque de cal, que garantiza una envolvente térmica eficiente.
Peris + Toral Arquitectes
Fotografías de José Hevia