El Gran Teatro será parte de uno de los mayores desarrollos en Marruecos, este teatro será un edificio de aspecto sinuoso, situado en el Valle de Bouregreg, en la ciudad de Rabat, está llamado a convertirse en el icono arquitectónico y cultural para la ciudad y la región, también es uno de los últimos trabajos de la famosa arquitecta Zaha Hadid
Con una superficie de 27.000 m2, en un complejo de 47.000 m2, el Gran Teatro de Rabat está conformado por un teatro de 1.800 asientos que acogerá representaciones teatrales y espectáculos de ópera, un anfiteatro al aire libre de 7.000 asientos para festivales y actividades culturales y artísticas, y otro teatro más pequeño con 520 butacas. Las tres estructuras confluyen en el vestíbulo principal, con una gran escalera principal, y el conjunto se completa con aparcamientos externos, espacios verdes con lagos, tiendas, cafeterías, librería y un restaurante con excelentes vistas al valle de Bouregreg y a la Qasbah de los Udayas,
Tomando su dirección desde el río Bouregreg adyacente, el diseño en un barrido fluido atraviesa desde el suelo y se extiende hacia el cielo. Los auditorios están envueltos dentro del edificio esculpido que retrocede al suelo, fundiéndose con el paisaje,
Las dimensiones del Gran Teatro de Rabat, con un presupuesto de 120 millones de euros, le convierten en el mayor teatro del mundo árabe y de África. Su objetivo es situar a Marruecos en los grandes circuitos artísticos internacionales. En una de sus apariciones públicas, Zaha Hadid señalaba que “Marruecos posee una riquísima tradición musical y cultural, y su trabajo en las artes escénicas es reconocido en todo el mundo. Me siento honrada de ser parte del desarrollo cultural de la capital del país”,
Sus líneas onduladas recuerdan las curvas de la caligrafía árabe y el auditorio principal presenta una geometría inspirada en la arquitectura marroquí, las tradicionales bóvedas de la arquitectura islámica, con la luz como protagonista. El edificio está concebido para fomentar todas las formas de expresión creativa, en cualquiera de las artes, y para facilitar la visión del público, que se sitúa literalmente encima del escenario en su escenario principal interior,
El fallecimiento repentino de Zaha Hadid en 2016 impidió que pudiera contemplar en persona su sueño arquitectónico, el primero que hacía en África y que hoy se encuentra terminado. Quienes la conocen aseguran que se encontraría complacida al ver cómo su legado ha conseguido ver la luz, convirtiéndose en icono cultural y arquitectónico de Marruecos, y pronto en un referente a nivel internacional.
Escrito por Doha Mahmoudi de MARRUECOS