El estudio de arquitectura y diseño japonés SPEC se encarga del proyecto Aito-denkimochiten, un negocio de dulces tradicionales en la ciudad de Tokyo. Un ambiente minimalista concebido como un espacio expositivo para las delicias creadas en esta repostería artesanal
En el barrio de Tomigaya, Tokyo, encontramos la tienda Aito-Denkimochiten, un negocio de repostería tradicional japonesa especializada en la creación de Daifuku.
El Daifuku que ofrece este negocio se elabora con masa de arroz mochi que se prepara mediante el mismo método utilizado desde hace más de 100 años, sin aditivos ni conservantes; resultando en un mochi (masa de arroz) increíblemente suave, relleno con una pasta elaborada a base de habichuelas rojas, delicada y ligera. Aito-Denkimochiten es una confitería tradicional que elabora y vende sus productos en el mismo lugar, ya que se consideran frescos durante solamente cinco horas.
Para resaltar la delicadeza y la belleza de Daifuku, el equipo de diseño de SPEC creó un espacio desprovisto de ornamentación innecesaria y conteniendo únicamente las funciones mínimamente necesarias de un negocio de venta directa al público. Un ambiente minimalista y de aura etérea, que se presenta como telón de fondo de las delicias que ofrece la tienda.
Los Daifuku se envuelven individualmente a mano, no a máquina, debido a lo cual cada Daifuku tiene una apariencia ligeramente diferente, por lo que se puede llegar a percibir el calor y la artesanía de las manos de los reposteros. Este concepto artesanal de estos dulces se convierte en uno de los puntos más importantes durante la concepción de este proyecto.
El mostrador donde se exhiben los dulces fue diseñado para estar vinculado a la calidez del Daifuku. Este consta de una forma redonda orgánica, un gran panel de madera blanca con una suave veta y herrajes metálicos expuestos. Una elección de diseño que crea un paralelismo con la mano de obra humana y la artesanía.
Al lado del espacio de venta, encontramos un taller de embalaje de los Daifuku con vista a la calle a través de una ventana. Una cortina creada en diferentes capas con agujeros circulares se coloca sobre el vidrio, enmarcando el espacio de trabajo y dejando entrever sutilmente el movimiento de las personas, haciendo sentir la presencia de los artesanos desde el exterior del local.
Cada capa cortada de la tela se ondulada a su manera, formando una expresión única y orgánica, una analogía a la anatomía del Daifuku e incluso a la arquitectura tradicional de las ventanas japonesas Enso ( 円窓 ).
Aito-Denkimochiten se convierte gracias al saber hacer de la firma de arquitectura SPEC, en un lienzo minimalista espacial perfectamente creado para la admiración y degustación del tradicional dulce japonés.
Fotografía de Kenta Hasegawa
Escrito por MariaJosé Sanz desde Yokohama