Bowers & Wilkins, presenta sus altavoces empotrables como soluciones de sonido para el canal contract, hotel y retail. La importancia del sonido en los espacios arquitectónicos es crucial, pero especialmente cuando de lo que se trata es de crear ambientes.
En los hoteles los sistemas de sonido proporcionan a sus huéspedes diferentes experiencias: distribución de música y avisos vestíbulo, pasillos, bares y restaurantes, salas de actos y de reuniones, equipos de audio específicos para spas, gimnasios y piscinas, sonido personalizado en las habitaciones… Todas las instalaciones merecen un buen sonido, es por ello que la firma Bowers & Wilkins usa la tecnología de las gamas altas de sus cajas acústicas en todos los productos, desde el auricular más sencillo hasta la caja acústica más sofisticada. Todos sus productos buscan el mismo resultado: El sonido verdadero.
No importa el nivel exigido en cada caso, la gama de altavoces de integración de Bowers& Wilkins, ofrece una solución a cada espacio. Desde altavoces de exterior, resistentes a los ambientes marinos, o sofisticados sistemas integrados que harían palidecer a cualquier caja acústica del mercado, hasta sencillos modelos para sonorizar grandes espacios de forma discreta.
Combinándolo con la electrónica adecuada y un sistema de instalación flexible, este producto es sin duda un gran aliado para el arquitecto, decorador e integrador que quieran dotar a sus proyectos de un sonido excelente, sin alterar en lo más mínimo la estética y la funcionalidad de los espacios.
Las obras equipadas con el sonido de Bowers & Wilkins, ofrecen al usuario una experiencia única, al tiempo que olvida que los altavoces están presentes, discretamente ubicados para ser escuchados pero no vistos. El sonido de Bowers & Wilkins, premiado una y otra vez a lo largo de sus 50 años de historia ha sido elegido por los mejores. Desde los técnicos de sonido de los estudios Abbey Road, hasta marcas de automoción como McLaren, Maserati o BMW, que no dudan en elegir los componentes de sonido fabricados por Bowers & Wilkins para equipar sus obras más prestigiosas.
El carácter de Bowers & Wilkins viene marcado por la visión de un hombre. La convicción de John Bowers era que la mejor caja acústica debería ser para el oído lo que una lámina inmaculada de vidrio para el ojo. No debería quitar ni añadir nada a la música; sólo revelar el verdadero sonido de la interpretación, fiel en cada sutileza al original. Este fue el sueño de John Bowers, y le dio un nombre: “sonido verdadero”. Un concepto para el cual la firma ha estado trabajando desde entonces.