Los arquitectos de Dear Studio transforman el espacio funcional de una nave industrial en un emblema arquitectónico reconocible que otorga una nueva identidad a esta empresa situada en los Dolomitas
La sede central de la empresa italiana Atis se sitúa en las afueras de Mezzolombardo, cerca del Biotopo del Rupe, área protegida para la preservación, regeneración y creación de este ambiente natural. La zona industrial donde se sitúa el proyecto es una área muy interesante a nivel natural y paisajístico pues tiene como telón de fondo la presencia imponente de los Dolomitas.
En este contexto, los arquitectos de Dear Studio tenían como objetivo crear un espacio altamente funcional transformando, al mismo tiempo, una simple nave industrial en un emblema arquitectónico reconocible para otorgar una nueva identidad a la empresa.
El volumen del edificio está caracterizado por líneas fuertes que generan las inclinaciones del techo y de la fachada principal. Estas líneas se inspiran en la forma de las montañas vecinas, reproduciéndolas a pequeña escala.
Otra fuente de inspiración para los arquitectos fue el movimiento de los manipuladores industriales neumáticos de la empresa, presentes en la zona de producción.
Las grandes superficies de vidrio de las fachadas y los espacios “open space” definen la zona de las oficinas, enfatizando el significado de transparencia y el intercambio de trabajo. A su vez, la estructura de hormigón visto representa la solidez del edificio y de la empresa.
La estructura de acero se combina con la fachada formada por montantes y travesaños y completada con un vidrio tridimensional curvo. El resultado es una celosía a medio camino entre lo científico y lo orgánico que supuso un reto en su especial construcción. Se necesitaron más de 450 planchas de chapa perforada de diferentes tamaños y se aprovecharon los soportes para ocultar el sistema de ventilación. La forma de ángulo agudo requirió más de 65 toneladas de acero, cuyos pernos de anclaje fueron fijados con una precisión de ajuste de sólo 3 mm.
El edificio está compuesto por dos bloques interconectados, el primero de ellos formado por el espacio de las oficinas que sigue el trazado de la carretera y se divide en dos plantas. La zona de acceso invita la entrada de los visitantes.
El segundo bloque, situado en la parte posterior, alberga el área destinada a la producción, el montaje y las pruebas de las máquinas.
Los dos bloques están conectados a través del gran corredor acristalado situado en el primer piso de las oficinas, creando un recorrido con vistas completas sobre toda la cadena productiva.
La zona de producción está compuesta por tres crujías de madera que corresponden con los diferentes pasos operativos. Asimismo, los muros entre los pilares se han realizado con policarbonato opaco para aumentar el aporte solar y mejorar la habitabilidad del espacio de trabajo.
Dear Studio
Escrito por Aina Pérez i Verge desde TURÍN
Fotografías de Davide Perbellini