Los climas extremos suponen un reto arquitectónico, la ideación de refugios prefabricados que permitan disponer espacios donde los aficionados a la montaña o a la naturaleza puedan disfrutar de su afición, disponiendo de zonas de descanso, "hospedaje" u observación.
En este tipo de arquitecturas juegan un papel esencial los materiales, el diseño y la prefabricación, puesto que habitualmente se trata de volúmenes reducidos, ligeros, de rápido y sencillo montaje, que son traslados módulo a módulo o pieza a pieza hasta el lugar de ubicación, normalmente de difícil acceso, mediante helicóptero o medios similares. Deben ser capaces de soportar las temperaturas extremas de estos lugares y adaptarse a la geografía del lugar.
El estudio de arquitectura OFIS arhitekti ha diseñado dos refugios alpinos de reconocido prestigio en los últimos años, uno en Skuta, de 2015, y otro en Kanin, de 2016.
El primero de ellos, situado en Skuta, Eslovenia, fue diseñado en un workshop organizado para los alumnos de la Universidad de Harvard. Está construido con tres módulos de paneles de hormigón y fibra de vidrio, y un triple acristalamiento capaz de soportar las condiciones meteorológicas del lugar, anclados mecánicamente al suelo rocoso. Proporciona espacio para albergar a 8 personas, con un espacio de cocina y de sala común.
Fotografía: Andrej Gregoric
Fotografía: Janez Martincic
El segundo está en Kanin, una montaña en la ciudad de Bovec, entre Eslovenia e Italia. Se trata de una pequeña cabina de menos de 10 m2, con tres plataformas de descanso con capacidad para 9 montañeros y una gran ventana panorámica, construida con paneles de madera laminada, vidrio y aluminio.
Fotografía: Janez Martincic
Fotografía: Ales Gregoric
Los arquitectos de Biotope, Tormod Amundsen, Elin Taranger y Alonza Garbett, expertos en aves, han creado un refugio/observatorio en el norte de Noruega, en Vardo, inaugurado en 2015. En este caso, el refugio Hasselnes, construido principalmente con madera, no se trata de un espacio climatizado, sino de un espacio al aire libre, pero que permite proteger a los observadores de los vientos helados, mientras les proporciona un lugar donde ocultarse de las aves, disponiendo a su vez elementos de descanso.
Fotografía: Tormod Amundsen
Patkau Architects son los diseñadores del refugio para patinadores en Winnipeg, Canadá, de 2010. Se trata de nuevo de refugios temporales contra el viento que permiten el uso de las pistas de patinaje del río por los patinadores, soportando las bajas temperaturas. En este caso se trata de espacios muy reducidos, que albergan a muy pocas personas a la vez, convirtiéndolos en privados o semiprivados. El material es de nuevo la madera, en este caso contrachapada, que permite trabajar con un material flexible y deformable para conseguir moldear los refugios. Se agrupan unos con otros atendiendo a aspectos solares y eólicos que garantizan una adecuada protección según la hora del día y las circunstancias ambientales.
Fotografía: James Dow
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