Bohinj Kindergarten uno de los 40 finalistas al Premio Mies Van der Rohe 2024La nueva escuela infantil Bohinj en Eslovenia es un ejemplo de arquitectura educativa que fusiona innovación, sostenibilidad y diseño para reforzar el aprendizaje activo, la interacción con el entorno y la comunidad
Ubicado en el entorno natural privilegiado de Eslovenia, emerge el nuevo jardín de infancia de Bohinjska Bistrica como un faro de innovación pedagógica y arquitectónica. El edificio, compuesto por tres volúmenes, forma un complejo con la adyacente escuela primaria Dr. Janez Mencinger y la Iglesia de San Nicolás.
El proyecto es fruto de la colaboración entre dos estudios de arquitectura: el esloveno ARREA y el español KAL A. El estudio ARREA, dirigido por la arquitecta Maruša Zorec es conocido por sus proyectos de conservación del patrimonio esloveno, uno de los más conocidos, la reciente rehabilitación de la Casa-Museo del gran maestro Jože Plečnik. Los jóvenes arquitectos del estudio KAL A combinan la práctica de la arquitectura con la carpintería, enfocando su producción en los detalles arquitectónicos y los muebles artesanales.
El proyecto del edificio redefine el espacio educativo y se integra con el paisaje y la comunidad local, estableciéndose como un modelo de sostenibilidad y diseño consciente. Desde su concepción, el proyecto busca armonizar con el paisaje alpino y el territorio rural circundante, incorporando soluciones de diseño que respetan y realzan la belleza natural de la región. Asimismo, la utilización de madera local en la construcción crea un ambiente cálido y acogedor, esencial para el desarrollo de los niños en sus primeros años de vida.
El diseño arquitectónico de la escuela se caracteriza por su flexibilidad y apertura, con espacios que se adaptan a las necesidades cambiantes de los niños y el programa educativo, privilegiando la libertad de elección de los pequeños.
La transparencia visual es una característica clave del proyecto que permite que la luz natural inunde las aulas, diseñadas para estimular la curiosidad y el aprendizaje activo. Éstas, con amplias vistas hacia el exterior, establecen un diálogo constante con el entorno, recordando a los ocupantes la belleza del paisaje que los rodea.
Al mismo tiempo, los amplios patios exteriores ofrecen un sinfín de oportunidades para el juego y la exploración al aire libre. Los espacios externos han sido cuidadosamente planificados por los paisajistas del Studio AKKA y funcionan como aulas al aire libre, donde los niños pueden aprender y jugar en un ambiente protegido y en contacto con el territorio.
Además de las aulas y los espacios de juego, la escuela infantil Bohinj alberga un centro comunitario multifuncional. Este espacio está diseñado para acoger una amplia gama de actividades, desde eventos culturales y exposiciones hasta talleres y conferencias, fomentando así la inclusión entre la escuela y la comunidad. La presencia de este centro subraya la visión de la escuela como un lugar de encuentro y aprendizaje no solo para los niños, sino para toda la colectividad.
El concepto de gank, un corredor tradicional esloveno reinterpretado en este contexto, se convierte en un elemento central del diseño, facilitando la conexión entre los diferentes espacios de la escuela y fomentando una sensación de comunidad y apertura. Esta idea se extiende al equipamiento colectivo, que sirve como un espacio para el encuentro y el intercambio, reforzando el vínculo entre la escuela y los habitantes de Bohinj.
Los principios de sostenibilidad y respeto por el entorno se manifiestan en cada detalle del diseño. La utilización de materiales locales, como la madera laminada encolada (GLT), no solo hace eco de las técnicas de construcción tradicionales eslovenas sino que también garantiza una baja huella de carbono y una alta eficiencia energética. La fachada está compuesta por madera de alerce caracterizada por su resistencia al paso del tiempo. Las cubiertas de aluminio de alta calidad, junto con un sistema de aislamiento avanzado en las fachadas, complementan esta visión, creando un edificio que es tanto estéticamente atractivo como funcionalmente avanzado.
La escala del edificio se adapta al territorio en una transición entre la trama urbana y el entorno rural. El volumen mayor con dos plantas, adyacente a la escuela primaria, alberga equipamientos, cocinas y aulas para los niños de 3 a 6 años. En los otros dos volúmenes, la escala disminuye, hasta llegar a la zona de guardería para infantes de 0 a 3 años y el aula de verano, completamente abiertas hacia el paisaje.
La estructura y la representativa cubierta del edificio se inspiran en una de las construcciones tradicionales más significativas de la Eslovenia rural: el kozolec. Estas construcciones vernáculas de madera sirven para secar y conservar los forrajes o para guardar las herramientas de trabajo de la granja.
Este proyecto ha sido reconocido por su excelencia arquitectónica, obteniendo premios y menciones internacionales, recientemente ha sido incluido entre los finalistas nominados para el premio europeo de arquitectura Mies van der Rohe 2024.
El proyecto ha capturado la imaginación de la comunidad educativa y arquitectónica y representa un paso adelante en la forma en que pensamos sobre los espacios educativos, demostrando que es posible crear entornos que fomenten el aprendizaje, la sostenibilidad y la integración comunitaria de manera equilibrada. Esta estrategia no solo beneficia a los alumnos, sino que fortalece los lazos comunitarios, haciendo de la escuela un punto de referencia en el tejido social y cultural de la región.
Escrito por Aina Pérez i Verge
Fotografías de Luis Diaz Díaz
