El centro comunitario Larick, diseñado por Collective Architecture para el pequeño pueblo costero de Tayport, Escocia, es un ejemplo de arquitectura sostenible respetuosa con el entorno y con la construcción tradicional local
El edificio, construido con un bajo presupuesto obtenido a base de subvenciones, saca el máximo partido al lugar donde se ubica, un entorno único del extremo sur del pueblo, rico en historia, flora y fauna.
Los arquitectos apuestan por el respeto al entorno paisajístico diseñando un edificio que, respondiendo a las necesidades de la comunidad determinadas mediante una consulta a la población, hace referencia al pasado industrial y al contexto agrícola del lugar. Su forma y materiales, naves con sencillas cubiertas a dos aguas y los revestimientos de madera y chapa metálica grecada, evocan las de un antiguo cobertizo preexistente en el sitio.
El edificio, al que se accede a través de un pequeño porche, alberga un conjunto de espacios flexibles y plurifuncionales, capaces de acoger una amplia variedad de usos, desde deportivos y artísticos hasta eventos sociales, de negocios o turismo necesarios para la comunidad.
En el interior, las circulaciones se reducen al máximo gracias a la disposición central de la recepción. La sala de mayor tamaño ejerce de polideportivo, mientras que el resto del espacio se divide en varias salas de menor tamaño, una cafetería y espacios de servicio y almacenamiento.
Las salas de menor tamaño disponen de tabique móviles que permiten adaptar su tamaño a las necesidades cambiantes derivadas de la diversidad de usos.
La cafetería, situada en la esquina, se abre al exterior a través de grandes ventanales que comunican con sendos porches, adueñándose del entorno circundante exterior, que permite a los usuarios disfrutar del aire libre.
El resto de salas disponen de grandes ventanas de corte vertical, que maximizan las vistas del entorno circundante, conectando al espectador con la naturaleza y proporcionando gran cantidad de luz natural. También en las cubiertas se abren lucernarios que proporcionan nuevas direcciones de luz.
Esas grandes extensiones de vidrio orientadas al sur permiten que el edificio no requiera calefacción central.
Imágenes de Andrew Lee