Peris+Toral Arquitectes son los autores de un edificio de 54 Viviendas Sociales en Bon Pastor, Barcelona, España, un ejemplo de remodelación de antiguos barrios obreros que garantiza la calidad y el bienestar de los residentes
El edificio forma parte del proyecto de remodelación de un barrio que data de 1929, fruto de la Ley de Casas Baratas, que constaba de 784 viviendas unifamiliares de planta baja. El proyecto de remodelación, promovido por el Institut Municipal de l’Habitatge i Rehabilitació IMHAB del Ajuntamiento de Barcelona, prevé sustituir las antiguas edificaciones por bloques residenciales que permitan el realojo de los vecinos y atraiga nuevos habitantes al barrio, revitalizando la zona y mejorando la calidad tanto de las viviendas como del barrio en sí mismo, todo ello sin perder el sentido de pertenencia y el uso tradicional de los espacios exteriores.
Para ello, los arquitectos apuestan por la creación de viviendas aterrazadas, cuyos balcones y terrazas permitan sustituir el tradicional aprovechamiento de la vía pública como extensión en el espacio exterior de las viviendas. Las viviendas, todas ellas pasantes para garantizar una correcta iluminación y ventilación natural de los espacios interiores, disponen de terrazas: patios en planta baja, interpuestos entre la vía pública y las viviendas, garantizando la privacidad; y balcones en los 4 niveles superiores.
Además, el edificio dispone de espacios exteriores comunitarios, interpuestos entre el espacio público y las viviendas, que favorecen la relación social entre vecinos.
También, el aparcamiento, situado en semisótano, proporciona un espacio flexible con ventilación e iluminación natural, adaptable en el tiempo a otros posibles usos por parte de la comunidad.
Tanto los balcones como las terrazas disponen de rejas metálicas que, además de tratarse de una solución ligera y permeable, proporciona un marco para la plantación de especies vegetales trepadoras que verdifiquen los espacios exteriores y garanticen el contacto con la naturaleza de los habitantes.
Estas terrazas en altura permiten además disfrutar de las vistas, orientando gran parte de los balcones hacia nuevos espacios verdes creados en el frente fluvial del río Besòs.
En el interior, las viviendas se organizan en torno a los núcleos húmedos, situados en el centro, alrededor de los cuales se producen las circulaciones que dan acceso al resto de estancias.
También las terrazas permiten la circulación entre espacios, creando dobles recorridos que enriquecen la propuesta.
Esta disposición, además de potenciar la ventilación cruzada que proporcionaba la tipología pasante, aumenta la sensación de espacio amplio y diáfano.
La imagen externa del edificio está caracterizada por la celosía cerámica que se dispone tanto en los núcleos de circulación vertical situados tras la fachada, como en parte de las terrazas.
Estas celosías crean una atractiva textura a la piel del edificio, a la vez que filtra la luz procedente del exterior, creando un juego de lucen y sombras arrojadas en los espacios interiores.
Imágenes de José Hevia