Lineas minimalistas y diseño lumínico sugerente, un espacio que da cabida a un total de 500 botellas de vino seleccionadas para ofrecer los vinos más exquisitos a los clientes más exigentes. La sexta boutique Red Tongue abre sus puertas en la ciudad de Seongnam-Si, Corea del Sur
La nueva boutique Red Tongue condensa función e información en un espacio mínimo de gran atractivo, para ayudar a agilizar el proceso de selección de vinos al cliente.
La nueva tienda ubicada en la ciudad Seongnam-Si de Corea del Sur, fue encargada al estudio de arquitectura y diseño 134. Un proyecto inspirado en los vastos viñedos y la magnificencia de una bodega suiza. Un recorrido por un sinfín de matices de vino con el que entender y conocer varios elementos: desde la tierra y el clima donde se cría una vid, hasta el viticultor y los productores que ayudan a elevar las cualidades de cada uva a través de sus propias técnicas de cultivo, producción y almacenamiento.
Para el proyecto del equipo de 134, fue crucial que todo el enfoque estuviera en el cliente y el vino; evitando por encima de todo información innecesaria que desviara la atención del producto. Se pretendía un espacio capaz de despertar la curiosidad, pero sin ocultar detalles e información importante.
Según explica el estudio de diseño, el enfoque de los materiales de la obra fue simple: todo lo que necesitaban estaba en una botella de vino. El tono burdeos del vino, el corcho del tapón, el vidrio de la botella y el papel de la etiqueta. Todo el espacio se revistió en tonos beige y burdeos, y se separó del entorno exterior por una pared de vidrio transparente que actúa como el envase del espacio.
Al coordinar los estantes, el techo y el pavimento con diferentes tonos beige, las botellas de vino y sus etiquetas se llevan al centro de atención en la tienda. Destacando por encima de todo lo único que importa para Red Tongue: el cliente y el vino.
El espacio se divide entre una tienda y un espacio para empleados. Quinientos vinos se exhiben en la boutique principal, y en el centro se encuentra una mesa donde se realizan promociones, gestiones de compra y degustaciones.
El espacio de empleados consta de almacenamiento de inventario, estantes de almacenaje de género para hasta 2500 botellas, un espacio para preparar pedidos, un espacio para lavar las copas de degustación y un vestuario.
Cada vino tiene su propio compartimento en el estante, completado con una etiqueta de producto, códigos QR para obtener información adicional y agilizar las compras, así como un número único para una fácil identificación. Entre cada botella de vino hay un bloque de acrílico, que sirve tanto como adorno como indicador de descuentos especiales. Cada compartimento tiene un ancho y una profundidad de 200 milímetros, en comparación con la mayoría de las boutiques de vinos que exhiben botellas en espacios de 100 por 100 milímetros. En Red Tongue, hay cinco filas de 100 botellas, y cada temporada se presenta una nueva selección de 100 vinos diferentes a un precio especial para los miembros.
Fotografía de Kim Kyoungtae