Can Tanca es una vivienda unifamiliar situada en Ibiza, Islas Baleares, diseñada por el arquitecto Álvaro Martínez Gil, que apuesta por la sostenibilidad y la autosuficiencia energética, lo cual le permite funcionar totalmente desconectada de la red eléctrica y de abastecimiento de agua.
La vivienda, de 172 m2 de superficie útil, se desarrolla en una única planta y cuenta con un diseño bioclimático que, de mano de las nuevas tecnologías, le permite minimizar la demanda energética, consiguiendo el autoabastecimiento.
La estructura de la casa se resuelve íntegramente con un entramado de madera, a excepción de la cimentación, procedente de bosques gestionados de forma sostenible, minimizando la huella de carbono de la construcción.
Cuenta además con una envolvente de gran eficiencia energética gracias a la disposición de aislamientos de fibra de madera de gran espesor, tanto en fachada como en cubierta. Ello garantiza un correcto aislamiento de la vivienda, a pesar de contar con generosos huecos que inundan de luz natural el espacio interior, los cuales cuentan con carpinterías de altas prestaciones que garantizan una total estanqueidad.
Estas ventanas se protegen mediante la disposición de persianas exteriores domotizadas o de una pérgola delantera cubierta con plantas de hoja caduca según la orientación, que permiten un correcto control de la incidencia del soleamiento en los vidrios en todas las épocas del año.
La imagen exterior de la envolvente mantiene el carácter de la arquitectura tradicional del lugar, apostando por un revoco de cal blanco.
Los acabados interiores mantienen el mismo blanco impoluto, que contrasta en este caso con los pavimentos de tarima de bambú, otro material natural que contribuye a mejorar la calidad del aire interior y a la salubridad del hogar.
La casa cuenta con un conjunto de paneles fotovoltaicos en cubierta que cubren la demanda energética, garantizando la continuidad en el suministro incluso en días poco soleados, permitiendo que la vivienda funcione totalmente desconectada de la red general de suministro.
Abastecen tanto a las luminarias y electrodomésticos como al sistema de climatización de la vivienda, una bomba de calor aerotérmica y paneles de techo radiante de apoyo para la refrigeración. También cubren la demanda de agua caliente sanitaria.
Pero la vivienda no sólo se autoabastece de energía, sino también de agua, gracias a un sistema de captación de pluviales, que se canalizan hasta un depósito de acumulación enterrado de 16.000 litros de capacidad.
El depósito dispone de un grupo de bombeo que abastece a todos los sanitarios, garantizando una correcta presión de red. Así mismo, dispone de un dispositivo de descalcificación y un equipo de purificación que, mediante un tratamiento de luz ultravioleta, elimina los posibles microorganismos, haciendo el agua apta para el consumo humano.
La red de saneamiento también dispone de un sistema de tratamiento de aguas negras, que en este caso son reutilizadas para el riego de las zonas verdes exteriores.
Hola. Mi madre ha visto tu casa en Google y me la enviado. Estoy maravillado. Nos hubiera gustado hacer algo similar aquí, en la Patagonia, pero...imposible. Aun así, continuamos luchando con las "las redes" y los cables y las usinas y abogando por los paneles solares. Molinos aquí hay muchos, españoles, pero no nos convencen. Son un negocio para algunos políticos.
Cuando te sobre tiempo, nos saludas y nos cuentas en qué nuevos horizontes andas. Yo estoy explorando la provisión de internet. Parece interesante. Veremos, pues lo bueno cuesta.
Mucho MAS éxito.