Estudio Cottage es la rehabilitación de una antigua casa de campo de los años 70 en desuso en Hai Zhen, una aldea suburbana a las afueras de Beijing, un pueblo cercano a Pekín, China, llevada a cabo por el diseñador de moda Sun Min y el arquitecto Christian Taeubert.
La vivienda, semiderruida y en total estado de abandono debido al éxodo de la población desde las áreas rurales hacia las grandes ciudades chinas, supuso el punto de partida del diseño, que pretende poner en valor estas antiguas construcciones locales como un posible reclamo para retomar la vida en el campo y revitalizar estas viejas aldeas olvidadas.
El proyecto mantiene la huella de la vivienda original así como la mayor parte de sus elementos constructivos y materiales, a los que se suman algunos añadidos de nueva planta que amplían la superficie y mejoran la calidad de vida de los residentes.
La casa, con un total de 76 m2, dispone de una planta abierta que comprende la totalidad del espacio original, donde se sitúa la zona de día, con una sala de estar en uno de los extremos, una cocina – comedor en la zona central y un dormitorio integrado en la esquina opuesta, elevado sobre una pequeña plataforma.
Este espacio conserva el carácter de la arquitectura vernácula gracias a los muros de mampostería revestidos de yeso en su interior, las carpinterías de madera y las preciosas cubiertas de cabios que disponen de un puente y un tirante de refuerzo, que son apeados con ligeros perfiles metálicos envejecidos para crear una pátina que armonice con los materiales de origen.
Algunos elementos de mobiliario y decoración, como la chimenea de fundición y las piedras que configuran los tableros de las mesillas, colaboran en mantener un ambiente rústico y acogedor.
La combinación del mobiliario rústico con piezas contemporáneas de distintos materiales, como la cocina de acero inoxidable, sillas metálicas o mesas y sofás de madera, así como las ventanas correderas y abatibles que trasdosan el cerramiento del muro mejorando su eficiencia energética, otorgan un aire de modernidad y diseño al espacio interior.
Junto al salón encontramos una construcción de nueva planta que alberga el dormitorio principal y el baño. Las planchas de acero inoxidable que integran la puerta que comunica ambos espacios son muestra de la contemporaneidad de la construcción a la que se accede.
Los acabados lisos y blancos de la estancia no dan lugar a falsos históricos.
La rehabilitación de la vivienda no se reduce simplemente al espacio exterior, sino también al patio de acceso que ocupa gran parte de la parcela. Destaca en este caso la recuperación de los muros perimetrales de mampostería de piedra en seco, que armonizan con los nuevos pavimentos vegetales y pétreos.
El mobiliario exterior mantiene el mismo criterio que el interior, apostando por materiales naturales de origen local, como la piedra y la madera.
Imágenes de Boris Shiu
Tiene una pinta superacogedora :)
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