La casa Boneo, obra de John Wardle Architects, es una vivienda rural que se extiende hacia el paisaje circundante, enmarcándolo a modo de cuadro gracias a su original volumetría.
La vivienda se sitúa en Boneo, una localidad rural al sur de Melbourne, Australia, rodeada de naturaleza, tanto en las inmediaciones como en la lejanía. Se trata de la ampliación de una vivienda preexistente. La antigua construcción, de cerca de 300 m2, dispone de dos pastillas en L unidas en la esquina, una de las cuales alberga la zona de noche, con cuatro dormitorios con sus respectivos baños, y la otra la zona de día, con un espacio diáfano donde se encuentran el salón y el comedor con la cocina integrada. La ampliación, que suma otros 380 m² a la vivienda, se extiende hacia el norte, unida mediante una pieza de transición donde se dispone la nueva entrada a la vivienda. El nuevo volumen se quiebra sobre sí mismo y crea salientes que le permite ramificar los espacios extendiéndose hacia el paisaje, captando las vistas de Bass Strait y Port Phillip Bay y zonificando los distintos usos.
En el nuevo volumen se dispone el dormitorio principal, que ocupa la zona más privada y cerrada, volcando hacia un bosque cercano, rodeado por otras dependencias, también de uso privado, como un estudio, un vestidor y un gran baño.
A su vez proporciona nuevos espacios de día, un salón, un comedor y una cocina, que al contrario que en el caso del dormitorio se conciben como espacios abiertos, los cuales definen sus límites con los quiebros y salientes que se producen en la planta, pero que ocupan un único espacio, diáfano y fluido.
La zona de estar se encuentra en uno de los extremos, donde se abre un gran ventanal que ofrece vistas lejanas del horizonte por encima de las copas de los árboles, creando un ambiente cálido y soleado, con rincones que permiten disfrutar del retiro, el descanso y la contemplación.
El comedor y la cocina vuelcan, al igual que el dormitorio, hacia la zona boscosa cercana, disponiendo de una terraza exterior conectada con el comedor, que permite ocupar y disfrutar la naturaleza circundante.
Estos espacios interiores se revisten con madera de especies locales, con texturas y tonalidades diferentes en suelos, paredes y carpinterías, con una estética rica y variada.
La nueva construcción dispone de una piel exterior uniforme, una chapa de cobre cuyo color y textura permiten integrar el edificio en el paisaje circundante.
La pieza de transición entre lo nuevo y lo preexistente se materializa con un cerramiento de vidrio, neutro, mientras que una pantalla de lamas de madera rodea el jardín adyacente al antiguo edificio, creando una materialidad que unifica el conjunto desde el acceso principal.
Imágenes: Sharyn Cairns
https://wardle.studio/projects/boneo-country-house/
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