Casa Isabel es uno de los proyectos de Cases Pati del estudio valenciano Gradolí & Sanz Arquitectes, que pone en valor la arquitectura popular valenciana, recuperando con un lenguaje contemporáneo los espacios característicos y la tradición constructiva de un barrio en el que perdura el alma de pueblo
La vivienda unifamiliar ocupa un privilegiado solar en una de las esquinas de la plaza de Benimaclet. EL barrio, anexionado a la ciudad en 1972, conserva el trazado de las antiguas calles del pueblo que fue, así como muchas de sus características casas adosadas de dos plantas.
Las casas originales desarrollaba su programa principal en planta baja, y disponían un segundo nivel con cubiertas a dos agua que ejercía de almacén para las cosechas. La vivienda reformada disponía también el típico patio interior, adosado al fondo derecho de la parcela, junto a la medianería con a vivienda colindante.
El proyecto de los arquitectos saca el máximo partido del espacio original disponible, tanto interior como exterior, convirtiendo el patio en el corazón de la vivienda, alrededor del cual se disponen las estancias principales, estableciendo una estrecha conexión visual gracias a un generoso cerramiento de vidrio.
En planta baja se dispone el salón, con una pequeña zona de estar cuyas paredes conservan la materialidad y texturas originales, así como los techos, con las vigas de maderas y revoltones vistos.
Este espacio se abre hacia la cocina comedor, que al igual que la zona de estar se inunda de la luz natural procedente del patio ajardinado, situado a su derecha.
Junto al comedor se encuentra una escalera liviana de estructura metálica y peldaños de madera que accede a la planta superior, donde se sitúan los dormitorios, que al igual que el salón, explotan la fuerza expresiva de los materiales originales, combinados con elementos más contemporáneos como las puertas correderas de madera.
En todos estos interiores las texturas tradicionales del ladrillo, el adobe y la madera se combinan con acabados neutros en tonos blancos, rotos únicamente por ligeras notas de color en tonalidades verdes de algunos muebles y objetos decorativos, armonizando con la presencial vegetal del patio.
El patio ajardinado combina pavimentos vegetales con los tradicionales baldosines de barro cocido, que armonizan con la celosía cerámica, también de larga tradición valenciana, que cierra parcialmente un porche exterior que permite disfrutar del aire libre y las benévolas temperaturas del clima mediterráneo la práctica totalidad del año.
Destaca la disposición de un banco semicircular de ladrillo, que rodea una chimenea exterior situada junto al porche.
La imagen urbana de la vivienda mantiene la composición original, respetando la armonía con el entorno y preservando el valor patrimonial de su arquitectura.
Imágenes de Mariela Apollonio
Casa de pueblo en la ciudad








