Casa EM obra de Bergmeisterwolf en los AlpesLa Casa EM obra de Bergmeisterwolf representa la arquitectura como un diálogo vivo entre la tradición arraigada y la expresión contemporánea, en perfecta armonía con la naturaleza alpina que la rodea
La Casa EM, enclavada en la tranquila aldea de Tils a 888 metros sobre el nivel del mar, emerge como un hito arquitectónico que fusiona de manera magistral la rica tradición local con la innovación actual. Diseñada por el estudio de arquitectura Bergmeisterwolf, esta residencia se convierte en un diálogo armonioso con su entorno, dando forma a un espacio único que respira la esencia única de su ubicación.
El edificio encapsula la filosofía de Bergmeisterwolf, un estudio de arquitectura que busca respuestas a demandas espaciales y formales a través de un intenso diálogo con los clientes y la investigación realizada como docentes universitarios.
Los arquitectos, con su enfoque escultórico de edificios áridos y arcaicos, han ganado reconocimiento tras reconocimiento por sus proyectos residenciales y hoteleros en el paisaje alpino.
Antes de empezar un proyecto, la pareja de arquitectos tiene un ritual único, realizar paseos extensos por el entorno de cada proyecto. Estos paseos se convierten en el portal hacia el concepto arquitectónico, capturando el estado de ánimo, la topografía y la esencia del lugar.
Juntamente con la elaboración de numerosos modelos de cartón, construidos a lo largo del proyecto, son los elementos esenciales para entender y dar forma a los edificios.
La Casa EM se adapta a su ubicación única, asentándose sobre una base sólida con paredes que definen un patio. El elemento central del espacio es un árbol central que atraviesa la terraza a través de un hueco circular para la copa, convirtiéndose en un sitio de contemplación.
Un juego de proyecciones, huecos y recortes estructuran el volumen del edificio. La cuidadosa elección de materiales, como la madera pintada de verde abeto y negro, contribuye a la esculturalidad de la estructura y su integración en el paisaje montañoso circundante.
En el interior, sigue el juego continuo de formas, materiales y colores. La vivienda se desarrolla en el piso superior, la distribución del espacio es tanto funcional como estéticamente cautivadora. En el ático se sitúan las zonas de dormitorios, baños y sauna.
La madera, el vidrio y el hormigón se combinan de manera armoniosa, mientras que los muebles diseñados a medida completan el edificio.
Una característica de la obra del estudio Bergmeisterwolf es el desafío a la representación fotográfica canónica, al capturar sus edificios en condiciones atmosféricas crudas: clima nublado y tormentas de nieve. Según Gerd Bergmeister, ésto busca capturar el otro lado del Tirol del Sur, un paisaje menos idílico pero igualmente fascinante. El trabajo del fotógrafo Gustav Willeit no es simplemente una decisión estética, sino una respuesta consciente a la esencia de la arquitectura de Bergmeisterwolf. Los arquitectos describen sus edificaciones como esculturas que incorporan piedra, hormigón, vidrio creando una conexión rugosa y rugosa con la tierra, donde la arquitectura habla por sí misma.
La tradición desempeña un papel fundamental en el trabajo del estudio, pero no de una manera convencional. Los arquitectos se inspiran en las construcciones locales, sus estructuras y materiales, y las interacciones con los artesanos locales. Evitan las modas y tendencias, optando por interpretar creativamente la tradición en sus proyectos.
La Casa EM no es simplemente una residencia, es una manifestación tangible de cómo la arquitectura puede ser un puente entre la rica tradición local y la expresión contemporánea. Bergmeisterwolf ha logrado no solo construir una casa, sino también tejerla con la esencia misma del lugar que abraza.
En palabras de los arquitectos, Gerd Bergmeister, Michaela Wolf: "Nuestra arquitectura intenta aprovechar las formas de construcción tradicionales locales y crear transiciones. Ya sea la relación con el paisaje o su modelado, ya sea entendiendo el lugar”.
Bergmeisterwolf
Escrito por Aina Pérez i Verge
Fotografías de Gustav Willeit
