Diseñada por el estudio Aranguren + Gallegos Arquitectos la casa se mimetiza con el paisaje que le rodea adaptando su geometría a las vistas y a la pronunciada topografía existente
El edificio, construido en el año 2020 y diseñado por el estudio Aranguren & Gallegos Arquitectos, se ubica en la falda sur del Monte Abantos, en la localidad de San Lorenzo de El Escorial. El solar donde se ubica la casa tiene pendiente continua bastante acusada que desciente desde la parte superior del monte hasta la calle inferior de acceso, en un entorno donde predomina el pino alternado con zonas rocosas o pobladas de jaras.
Vista cenital de la casa
En la parte alta de la parcela, entre el pinar y en dirección este, asoman la cúpula y torres del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Hacía el suroeste se divisa el Bosque de la Herrería y hacia el sur las elevaciones montañosas “Las Machotas”. Esta situación privilegiada de vistas determina la orientación e implantación del edificio en la parcela.
La edificación se posiciona según un eje longitudinal norte-sur siguiendo la linea de máxima pendiente. Mediante diferentes niveles va ascendiendo adaptándose a la topografía y curvas de nivel y retorciéndose en su forma para asomarse a las mejores vistas.
Vista aérea de la casa
La idea principal trata de la integración y mímesis de la casa con el entorno natural del pinal de la sierra. Para este objetivo se recurre a una geometría quebrada y fragmentada mediante una secuencia de volúmenes que se adaptan a la pendiente del terreno. Se consigue así una arquitectura de acople y macla que asoma sutilmente sobre el terreno, elevándose lo menos posible sobre el paisaje circundante.
Entrada a la parcela desde la calle
Vista exterior de la conjugación de volúmenes
La materialidad, textura y color de la envolvente, de acero cortén, permite que la construcción se funda con el terreno de piedra granítica y grisacesa, oscurecida por la erosión y líquenes adheridos, así como con las cortezas de tonalidades rojizas de los troncos de los pinos que la rodean.
Vista de la relación de la casa con el entorno
La casa se abre mediante grandes huecos a la mejor orientación para el largo invierno de la localidad, la suroeste, de manera que el último rayo de luz y calor del día más corto del año incide directamente sobre su fachada.
Interacción entre interior y exterior
Vista desde la biblioteca
A su vez, pensando en el verano, la parte alta de la edificación se vuelca al noreste. De esta manera surge un porche de amplias dimensiones enfocado a las vistas al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Que se abre en dos frentes para aprovechar las frescas corrientes del pinar en las fechas cálidas.
Vista al Monasterio de El Escorial desde el porche exterior
En cuanto al programa de la casa la zona más baja contene despacho, cuarto de juegos, taller de trabajo, dormitorio y baño de invitados, distribuidor, cuarto de lavado, bodega-trastero y cuarto de instalaciones.
La cota de acceso principal al interior de la vivienda sirve para dividir la zona de dormitorios y la zona de cocina y salón-comedor, siendo esta última la más alta y con mejores vistas al exterior.
Secuencia de espacios
Vista desde el salón-comedor
En definitiva, mediante la acción del sistema envolvente, basada en la solución continua de acabado de acero corten en cerramiento y cubiertas inclinadas, y la geometría adaptable se consigue un diseño de la vivienda que otorga gran integración y fusión con un entorno natural singular aprovechando su forma para generar vistas hacía el bosque de pinar y el Monasterio de San Lorenzo y obtener la mejor orientación para el confort térmico y uso de sus espacios.
Vista desde el salón-comedor hacia afuera
Vista del entorno desde la terraza
Aranguren + Gallegos Arquitectos
Fotografías de Jesús Granada