El último proyecto del estudio Equipo Olivares situado en el casco antiguo de San Cristóbal de La Laguna responde con sencillez a los exigentes requerimientos normativos del Plan Especial del Conjunto Histórico de la ciudad
Encajada en una pequeña parcela entre medianeras, en pleno casco antiguo de San Cristóbal de La Laguna ‐ciudad Patrimonio de la Humanidad asentada a finales del siglo XV sobre una antigua laguna‐, esta vivienda unifamiliar responde con suma sencillez, tanto a los exigentes requerimientos normativos del Plan Especial del Conjunto Histórico como a las particulares condiciones climáticas de la zona, su específica orientación solar hacia la calle Cristino de Vera o las diversas referencias a la arquitectura local.
Así, protegimos la fachada norte (la cara urbana, su vertiente pública) planteándola como un frente desnudo y levemente horadado: un muro de hormigón abujardado, casi ciego y acabado con veladura oscura.
Únicamente rasgada por dos tiras de madera en celosía, la fachada de la casa VIC es un friso sólido y labrado gravitando sobre un zócalo pulido, blanco y liso.
Los cerramientos masivos de los conventos de clausura, tan cercanos, las celosías agrícolas de la Vega Lagunera o la imponente presencia de la Catedral, de piedra negra de Arucas, son referentes que anclan el proyecto a su emplazamiento mientras que los acabados y técnicas constructivas utilizadas aluden a praxis contemporáneas.
Paralelamente, el interior aprovecha la cara sur para inundarse de luz, que irrumpe en la vivienda a través de un generoso tragaluz sobre el vestíbulo y la escalera, o por sendos patios que permiten usos diferentes al exterior multiplicando las posibilidades estanciales.
Por lo demás, la planta baja descansa sobre una solera ventilada, facilitando el flujo de ventilación inferior que la protege de la humedad, aislándola del terreno.
En cuanto a los materiales elegidos, se optó por una reducida paleta: hormigón en muros y pavimentos con diferentes acabados, cuidadas carpinterías diseñadas con tableros marinos chapados en melamina blanca, terrazo claro salpicado de áridos oscuros o elementales barandas de redondos galvanizados, plegados y lacados.
Por último, cabría mencionar el muro troquelado que, segregando el patio mayor, mejora la privacidad
Equipo Olivares Arquitectos
Fotografías de Flavio Dorta