Especialistas en la reutilización de contenedores marítimos como espacios arquitectónicos, la firma HOH arquitectura crea un nuevo espacio de oficinas desmontable y sostenible para la empresa SOFMA
En un momento donde la sostenibilidad y la innovación son aspectos cruciales en la arquitectura, el concepto de la reutilización y el reciclaje de materiales se convierte en la filosofía de muchos arquitectos y diseñadores.
El proyecto Container Office, creado por la firma HOH arquitectura para la empresa SOFMA, se encuentra en la ciudad de Guadalajara, México. Un espacio con una superficie total de 350 metros cuadrados dentro de una nave de 1.100 metros cuadrados, en el que cual las oficinas han sido construidas a partir de seis contenedores marítimos reciclados como base estructural. Una iniciativa que demuestra la posibilidad real y tangible de crear espacios de alta calidad innovadores, funcionales y amigables con el medio ambiente.
El proyecto surge de la necesidad del cliente de contar con oficinas flexibles que pudieran ser desmontadas y transportadas en caso de necesitar desalojar la nave que actualmente alberga estas instalaciones.
En la planta baja se utilizaron como base seis contenedores marítimos de 6 metros (20ft), creando espacios de 6x5 metros, un tamaño adecuado para zonas de trabajo. Estos se interconectaron con distribuidores principales formando tres módulos hechos a la medida de las necesidades específicas de la empresa: áreas de operaciones, ventas, marketing, logística, salas de reuniones, aseos, recepción, ludoteca, cafetería y oficinas independientes para gerentes y directores generales.
Lo más destacado de este proyecto es la optimización de materiales. Los recortes de los contenedores fueron reutilizados para la construcción de mamparas, tabiques internos e incluso muebles, dando un propósito a cada elemento y contribuyendo al mismo tiempo a la identidad del proyecto.
El control de luz y temperatura fue fundamental debido a su ubicación dentro de un almacén. Se crearon grandes huecos y se aisló herméticamente la estructura, regulando el clima con aire acondicionado y permitiendo la entrada de luz natural a través de grandes ventanales.
El uso de contenedores y materiales reciclados redujo los costos, el tiempo y la huella ambiental de la construcción. Esto resultó en un proyecto más industrializado y modular, con diseño innovador, funcionalidad y alta calidad arquitectónica, contribuyendo al mismo tiempo a la reducción de desechos y, por ende, a la conservación del medio ambiente.
Fotografía de Lorena Darquea