La Comuna del Sol es una eco-granja situada en Taiyang, un pueblo en la zona montañosa occidental de Hangzhou, a 75 km de la ciudad, que en sus 6 años de trayectoria se ha convertido en un ejemplo de revitalización de la agricultura y ganadería tradicional, desarrollada en un complejo sostenible construido con materiales naturales autóctonos.
La comuna nació en 2013 con la primera de sus construcciones, una estructura de bambú, paja y piedra que sirvió como establo de cerdos, gallinero y pabellón principal del complejo, diseñado por el arquitecto Chen Haoru, líder de CITIARC.
El proyecto tuvo en cuenta tanto las necesidades y el comportamiento de los animales que iba a albergar, como la disponibilidad de materiales naturales existentes en la zona, con el ánimo de sentar las bases de la comuna, fomentando una construcción artesanal y respetuosa con el medio ambiente, minimizando su huella de carbono e integrándose armoniosamente en el paisaje agrícola circundante.
La construcción tiene planta rectangular, compuesta por cuatro módulos de 8 x 8 m de lado dispuestos unos junto a otros.
Se asienta sobre una ligera solera de hormigón, que ejerce de cimentación, sobre la cual se elevan unos muretes de fábrica de ladrillo que delimitan el perímetro del pabellón, revestidos de piedra y bambú en su cara exterior.
Una estructura, construida íntegramente de bambú, cierra el espacio con una original volumetría, apoyando en pilastras constituidas por el ensanchamiento del murete perimetral.
Sobre esta estructura tridimensional de bambú descansa una cubierta entretejida de paja, que se adapta a la forma triangulada que la sustenta, dando cobijo a los animales.
Tanto la piedra, como el bambú y la paja son materiales naturales disponibles en las inmediaciones del lugar, estos últimos recolectados en el propio valle por los aldeanos y artesanos locales.
Al igual que las construcciones, todas las cercas y señalizaciones están construidas con materiales naturales, maderos reutilizados que crean recorridos por el complejo y delimitan las áreas de cultivo de una forma respetuosa con su entorno natural.
Las instalaciones de la comuna han ido creciendo con los años, convirtiendo este experimento rural en todo un éxito, con un comercio regular de los productos agrícolas de la granja, visitas y talleres realizados con grupos que acuden a conocer la forma de trabajo de la institución. El flujo constante de turistas rurales ha favorecido la creación de caminos de conexión de la comuna con la ciudad, e incluso la puesta en marcha de una línea de transporte público.
Imágenes: Lu Hengzhong
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http://www.citiarc.org/products/info/id/58