El estudio de arquitectura Hessamfar & Verons ha diseñado esta escuela sostenible, integrada en el paisaje natural que lo rodea, el parque municipal Parc de Montjoie, en pleno corazón de la ciudad de Saint-Cyr-sur-Loire, Francia, formando parte de la operación urbanística Cœur de Ville II, encaminada a mejorar el equipamiento público y recalificar las zonas verdes
El complejo educativo, que alberga un total de 13 aulas, 13 clases, una zona de recepción, un centro de restauración y los correspondientes espacios deportivos, se sitúa en una amplia parcela de 12.807 m2. Está rodeada al norte por la Avenue de la République, una de las principales arterias de la ciudad, y al sur por un callejón sin salida, que une el Parc de Montjoie con el Parc de la Tour y el Parc de la Perraudière a través de un sendero.
El proyecto sitúa el conjunto de edificaciones en la parte trasera del solar, quedando así el acceso al edificio precedido por el parque, creando un agradable recorrido en un entorno natural antes de llegar al interior.
Los distintos pabellones, que sectorizan los distintos niveles de enseñanza, conforman una U, creando un patio central que se abre hacia el parque, reservando una superficie de 4.226 m2 de espacio arbolado.
Además, para integrarse mejor en la naturaleza circundante, evitando aparecer como una barrera física entre los habitantes y el entorno, la mayor parte del edificio se desarrolla en una única planta, relegando los equipamientos de mayor volumen, el gimnasio, a la parte trasera del edificio, disminuyendo así su impacto, rebajando su altura gracias encontrarse semienterrado.
La zona de juegos al aire libre se integra entre la vegetación circundante y el patio de recreo.
La estructura del edificio está construida con madera laminada, hormigón y metal. Las potentes vigas de canto de madera, dispuestas rítmicamente cada 60 cm consigue rebajar la profundidad de la cota de cimentación, a la vez que crea un gran espacio donde integrar todas las instalaciones del edificio.
El potente vuelo de las vigas, sobre las que descansa una cubierta plana ajardinada, de gran eficiencia energética, protege la fachada de la radiación solar directa en épocas de calor, además de crear galerías de circulación cubiertas que protegen a los usuarios en los días de lluvia.
Las fachadas alternan las superficies acristaladas con los paneles metálicos, jugando con la transparencia y opacidad en función de las estancias a las que sirve y a las orientaciones.
Las aulas cuentan con una gran cantidad de luz natural y vistas hacia el exterior, hacia la naturaleza, a la vez que la madera vista de la estructura aporta una agradable sensación de calidez, creando un ambiente idóneo para el aprendizaje.
Imágenes de Jean-François Tremege