Arquitectura

Host(il): arquitectura versus indigencia?

La falta de vivienda es "la mayor crisis moral y humanitaria de nuestro tiempo", por lo que una mayor oferta podría contrarrestar este fenómeno, pero si esta situación es cada día más aguda ¿Cuál ha sido entonces, el papel de la arquitectura frente a este fenómeno?  

Host(il): arquitectura versus indigencia?Fotografía de Irfan Khan, Los Angeles.

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La falta de vivienda es "la mayor crisis moral y humanitaria de nuestro tiempo", por lo que una mayor oferta podría contrarrestar este fenómeno, pero si esta situación es cada día más aguda ¿Cuál ha sido entonces, el papel de la arquitectura frente a este fenómeno?  


La falta de vivienda es una señal del fracaso de las comunidades a la hora de proporcionar seguridad básica, y es "la mayor crisis moral y humanitaria de nuestro tiempo", Garcetti, 2020. Según las Naciones Unidas en 2005, se estimaba que en el mundo había 100 millones de personas sin hogar y 1.6 millones vivían sin una vivienda adecuada.



No tener un lugar de residencia y los medios de supervivencia provocan asentamiento en calles y refugios comunitarios, por lo que, a primera vista, parece un problema de insuficiencia de espacios, por lo que la arquitectura puede contrarrestar este fenómeno. Pero si la crisis se intensifica ¿cuál ha sido el papel de la arquitectura frente a este fenómeno?  



Las intervenciones arquitectónicas frente a la indigencia han sido a través del diseño y construcción de viviendas asequibles y refugios. La pandemia reveló que muchos de estos complejos no proporcionan espacios salubres, íntimos y de calidad espacial, y es así como muchos indigentes prefieren habitar las calles. Esto ha propiciado la tendencia denominada “anti-arquitectura” que evita el uso de los espacios públicos o que estos sean alterados con el fin de desalentar su utilización indebida.



La crisis a causa del Covid-19 también disparó las tazas de indigencia y reveló que, no solo los sin techos son quienes habitan las calles y los puentes, sino todos aquellos que no tienen un lugar de residencia fijo y son vulnerables a abandonar su vivienda en cualquier momento.





Pontchartrain Expressway en Nueva Orleans. El departamento de salud de la ciudad colocó avisos dando a las 150 personas sin hogar aproximadamente 72 horas para abandonar el área.

Refugio en San Diego, California



Estados Unidos, uno de los países más ricos del mundo, la llamada “tierra de la oportunidad”, se está convirtiendo en el campeón de la desigualdad, según Phillip Alston, relator especial de Naciones Unidas para la extrema pobreza. De hecho, ya hay más personas sin techo en Los Ángeles que en toda España.

Las causas de la falta de vivienda son complejas e influyen en una serie de factores estructurales y circunstancias humanas y económicas, de manera que, la solución no es cuantificable y no depende de la construcción de más y mejores refugios. Sin embargo, el acercamiento de la arquitectura ha ofrecido mejores condiciones de supervivencia a través de la construcción con materiales no convencionales y el trabajo en conjunto con los locales.



Los refugios ParaSITE son estructuras inflables para personas sin hogar que se conectan a las salidas de ventilación exteriores del sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) de un edificio. El aire caliente que sale del edificio infla y calienta simultáneamente la estructura de doble membrana. El proyecto comenzó con la distribución de estos refugios a más de 30 personas en Boston y Cambridge, MA y la ciudad de Nueva York, y desde entonces, se construyen y distribuyen todos los años en Chicago.






ParaSITE Shelters por Michael Rakowitz, 1998-en marcha.



En la costa Oeste, la firma Perkins y Will propone una unidad de dormitorio modular en respuesta a la crisis de falta de vivienda en Los Ángeles. La unidad domo prefabricada está destinada a ofrecer un mayor nivel de privacidad para las personas que se alojan en viviendas temporales. Los refugios para personas sin hogar de EE. UU suelen contener filas de camas en habitaciones abiertas, con espacio de almacenamiento limitado o nulo.







DOME por Perkins&Will, 2019



Los desastres naturales, crisis económicas y enfrentamientos armados empujan a los arquitectos a diseñar y pensar más allá de las fronteras tradicionales de la arquitectura y el concepto de indigencia para así, responder a una gama más amplia de desafíos relacionados con los asentamientos humanos.

Decepcionado de que la mayor parte de la arquitectura está construida para los privilegiados, en lugar para la sociedad, Shigeru Ban ha dedicado gran parte de su carrera a construir refugios de emergencia asequibles, habitables y seguros para áreas posteriores a desastres.




Por otro lado, la arquitectura puede ser defensiva y condenar las actividades consideradas incívicas. La “anti-arquitectura” propicia espacios no aptos para habitar con el propósito de desalentar el uso no “cívico” de ciertos espacios públicos, como dormir en aceras o en parques públicos.  Si bien el resultado acaba, en muchas ocasiones, impidiendo su uso por otros colectivos y perjudicando la comodidad y la convivencia de todos los ciudadanos.





 

Intervenciones urbanas denominadas "Anti-arquitectura" por propiciar espacios públicos no aptos para habitar



A pesar del alto índice de indigencia en ciudades como Nueva York o Los Ángeles, estas ciudades no son consideradas fracasos por impacto positivo en el PIB de Estados Unidos, por lo que el problema social va más allá de cualquier intervención arquitectónica y requiere esfuerzos de todos los sectores para entender y atajar esta crisis.



Obtener una imagen precisa de las personas sin hogar a nivel mundial es un desafío por varias razones. Primero, y quizás lo más problemático, son las variaciones en las definiciones. La falta de vivienda puede variar desde simplemente la ausencia de una vivienda adecuada o dormir mal, hasta incluir la falta de una residencia permanente que proporcione raíces, seguridad, identidad y bienestar emocional.



 La ausencia de una definición acordada internacionalmente de la falta de vivienda dificulta las comparaciones significativas. Las Naciones Unidas han reconocido que las definiciones, metodologías y estrategias varían de un país a otro porque la falta de vivienda se define esencialmente por la cultura y con base en conceptos como vivienda adecuada, estándar mínimo de vivienda comunitaria o seguridad de tenencia.



Michael Rakowitz, Perkins y Will, Shigeru Ban



Escrito por Paula Cano desde ESTADOS UNIDOS

Fotografías de Irfan Khan, Hannah Kinson

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Host(il): arquitectura versus indigencia?

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