Septembre Architecture son los creadores de un espacio culinario y multicultural de la compañía francesa Kialatok, situado en la planta baja de un edificio en el distrito 18 de París, donde se celebran talleres de cocina internacional y eventos culturales de diversa índole.
Septembre Architecture son los creadores de un espacio culinario y multicultural de la compañía francesa Kialatok, situado en la planta baja de un edificio en el distrito 18 de París, donde se celebran talleres de cocina internacional y eventos culturales de diversa índole.
Concebido con esta idea de intercambio cultural, el espacio se concibe con el objetivo de ofrecer la máxima flexibilidad, siendo susceptible de sufrir transformaciones que lo adapten a las necesidades concretas de cada uno de los eventos, sin perder la funcionalidad, ofreciendo todos los equipamientos necesarios.
Por ello el espacio se divide en dos zonas claramente diferenciadas: la parte más privada, no accesible al público, que ocupa el fondo del local en planta baja y el sótano, donde se ubican las áreas técnicas y de almacenamiento de alimentos secos, los vestuarios y los espacios administrativos, que no requieren de luz natural; y la parte pública, que se dispone en una banda paralela a la fachada en la planta baja, concebida como un espacio diáfano y flexible, que cuenta con el mínimo mobiliario fijo, el equipamiento de cocina propiamente dicho, conectado con la vía pública a través de grandes ventanales que brindan al público la posibilidad de ser espectadores de las actividades que tienen lugar en el interior, adquiriendo una presencia social en el barrio.
Ambos espacios están separados por un muro técnico, equipado con espacios de almacenamiento y exposición que cumplen con los requisitos funcionales del proyecto. Los paneles expositivos permiten la visión de los diferentes productos alimenticios a utilizar en cada taller, así como los utensilios necesarios tanto para cocinarlos como para degustarlos posteriormente. Se encuentran además accesibles cómodamente desde la isla de la cocina, situada enfrente.
El tabique no sólo da cabida a los productos de cocina, sino también al mobiliario móvil, tableros, caballetes, taburetes y sillas que permiten su uso y disposición según las necesidades requeridas por cada rito culinario, en función de las diferentes formas que las culturas internacionales tienen de disfrutar una comida. El mobiliario no condiciona de esta forma en absoluto la forma de vivir y ocupar el espacio en planta.
El local cuenta con dos puertas de acceso, tras una de las cuales se crea un espacio recogido que sirve de hall, donde los asistentes pueden depositar sus pertenencias.
Los materiales utilizados crean un ambiente acogedor de tonos neutros que focalizan el protagonismo en los productos de cocina. En el caso del techo de deja el hormigón de la estructura visto, al igual que en la pared medianera junto a la cocina. Al pavimento de resina se le da un color gris, semejante al del hormigón, y un acabado pulido, que cumple con los requisitos higiénicos de un espacio culinario a la vez que se consigue la estética perseguida.
El tabique técnico está hecho a medida con madera de pino contrachapada, mientras que para el mobiliario se ha elegido la madera de alerce.
Las instalaciones cuelgan vistas del techo, dando un toque industrial, al igual que la isla de la cocina, creada con chapa de acero inoxidable.
Imágenes: David Foessel
https://septembrearchitecture.com/Kialatok