Taitung Aboriginal Gallery es un centro de exposiciones donde se muestra y da a conocer la cultura y artesanía procedentes de las siete tribus aborígenes de Taiwan, cuya arquitectura se inspira en la naturaleza y el paisaje autóctonos, a la vez que apuesta por una construcción ecológica que aprovecha los recursos materiales de la zona, los cuales inspiran su diseño.
BAF (Bio-architecture Formosana) ha sido el estudio encargado del diseño y construcción de este gran centro cultural de 1.921 m2 de superficie. Los arquitectos crearon un edificio en el que una gran cubierta envuelve, protege y acoge el conjunto de habitáculos que dan cabida a las tiendas de artesanía aborigen que conforman la galería, materializados con contenedores reciclados.
La forma de la cubierta ondulada se inspira en el paisaje y la topografía de la zona, muy accidentada, ascendiendo desde el nivel del mar hasta alcanzar picos de tres mil metros en las zonas montañosas. Tiene la función de proporcionar sombra a los espacios inferiores, protegiéndolos del clima extremo de Taitung, favoreciendo a su vez la entrada de luz y la ventilación natural.
Así mismo, las formas adiamantadas que dibuja la estructura tubular tienen un fuerte carácter simbólico, haciendo alusión a la cultura aborigen, donde dichas formas representan los ojos de los espíritus ancestrales.
La inclinación de la cubierta permite disponer un sistema de recogida de las aguas pluviales, que se almacenan en cinco depósitos situados en la plaza para su reutilización.
Los espacios de la galería se materializan con contenedores reciclados, repintados, aprovechando su gran disponibilidad, dado que los puertos de Taiwán reciben más de 10.000 ejemplares al año. Se disponen apilados en diferentes direcciones, creando la sensación de un mercado artesano.
Aún quedando protegidos por la sombra que proporciona la cubierta, los contenedores están provistos de aire acondicionado individualizado, sistema que según los arquitectos reduce al máximo el consumo eléctrico del centro.
Todos estos espacios quedan conectados por corredores exteriores ventilados de forma natural.
Fotografía: Lucas K. Doolan