ALBERTO CAMPO BAEZA CONSTRUYE EN CÁDIZ UNA CASA FRENTE AL MAR

La Casa del Infinito, por Alberto Campo Baeza

En Cádiz. un lugar maravilloso como un pedazo de paraíso en la tierra, el arquitecto Alberto Campo Baeza ha construido un plano infinito con vistas al mar; según el proprio autor, “la casa más radical que jamás hemos hecho”.  

La Casa del Infinito, por Alberto Campo BaezaLa casa sin límites de Campo Baeza enfrentando el océano

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En Cádiz. un lugar maravilloso como un pedazo de paraíso en la tierra, el arquitecto Alberto Campo Baeza ha construido un plano infinito con vistas al mar; según el proprio autor, “la casa más radical que jamás hemos hecho”.  




En el mismo borde de las aguas del océano Atlántico, donde el mar une el nuevo y el viejo continente, surge una plataforma de piedra. En el lugar donde todos los barcos del Mediterráneo pasaban y todavía pasan en su camino hacia el Atlántico.





“Allí hemos construido una casa como si fuera un muelle frente al mar”. La casa, como un podio coronado por un plano horizontal superior desnudo, se enfrenta al lejano horizonte trazado por el mar donde el sol se pone. Un plano horizontal construido en la piedra, travertino romano, como si de arena se tratase, un plano infinito enfrentando un mar sin límites.





Para materializar este plano horizontal elevado, que es la principal sala de estar de la vivienda, el equipo de Campo Baeza optó por construir una gran caja de 20 metros de frente y 36 metros de profundidad, y bajo esos primeros 12 metros excavaron dos niveles en la solidez de la roca para desarrollar todo el espacio habitable.





Los romanos estuvieron allí hace un puñado de siglos. Bolonia, las ruinas de las fábricas pesqueras romanas donde producieron garum y construyeron templos para sus dioses, está sólo a un tiro de piedra de distancia. En su honor, nuestros contemporáneos arquitectos han construido esta casa, como una acrópolis en piedra en travertino romano.







Para dar aún más fuerza a la plataforma decidieron incorporar todo el terreno ya en la pared de entrada que separa la parcela de la calle, también realizada en travertino romano. Una vez dentro del muro, la entrada de la casa, se realiza mediante una “trinchera” en forma de escalera excavada en en la superficie exterior de la plataforma.





El arquitecto define su trabajo de la siguiente manera: “Queríamos que esta casa fuera capaz no sólo de hacer que el tiempo se detenga, si no de permanecer en las mentes y los corazones de la humanidad. La casa del infinito.”





Imágenes ©Javier Callejas

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