Chen Anselmi Units son dos pequeñas viviendas gemelas unifamiliares diseñadas por Bull O'Sullivan Architecture que sacan el máximo partido al lugar, un lote suburbano en suburbio de Sydenham, en Christchurch, Nueva Zelanda, originales, coloridas y bañadas en luz natural.
Las viviendas, pertenecientes a los propios arquitectos de la firma, recurren a soluciones inteligentes que proporcionan espacios alegres y acogedores apropiados para cada momento del día y de la rutina familiar, tanto abiertos como recogidos, tanto interiores como exteriores.
El volumen de la vivienda tiene una sencillez extrema, disponiendo de una planta rectangular y dos alturas, rematada por una cubierta a dos aguas. El esquema básico se ve roto por un vaciado de la esquina, creando un acceso retranqueado que permite disponer un pequeño porque delantero que le da vida a la casa.
Un entramado de listones de madera cubre la parte superior de ambos porches, e incluso el lateral de la vivienda situada en el extremo libre de la parcela, proyectando sombra a la vez que permitiendo el paso de la luz, convirtiendo este pequeño rincón en un agradable lugar de estancia.
La envolvente exterior es neutra, materializada con paneles aislantes de bajo coste, al igual que la cubierta inclinada de chapa, donde se abren pequeños huecos de corte y formato variado, pero que pasan desapercibidos, otorgando todo el protagonismo a la fachada que da a la terraza de acceso, con el vidrio y el policarbonato como protagonistas. Este último material volvemos a encontrarlo en la puerta de los garajes anexos a las viviendas. El efecto que se genera al quedar retroiluminado desde el interior, determina la imagen nocturna de las viviendas, marcando su presencia en el barrio. El tono de la luz deja intuir la explosión de color que se produce en el interior, a la cual apunta también el intenso amarillo de las puertas de acceso.
En la planta baja se encuentran los espacios de día, un diáfano salón con cocina integrada que vuelca a la terraza de acceso, disfrutando de la misma gracias a la disposición de un cerramiento a doble altura, con carpinterías practicables en la parte inferior y la pantalla traslúcida de policarbonato en la superior, precedida en su cara interior por un entramado de madera natural, inundando de luz todo el espacio.
Un mueble bajo situado junto a la ventana, enrasado con la misma, proporciona asiento para la mesa del comedor, a la vez que ofrece un lugar donde disfrutar del descanso o la lectura disfrutando de la luz natural y de las vistas hacia la terraza.
Los acabados tanto de paredes como de suelos y techos combinan distintos materiales, con texturas lisas o rugosas y colores llamativos que contrastan con el acabado natural de algunas superficies, como las de madera o de corcho.
Se accede a la planta superior a través de una estrecha escalera de peldaños compensados iluminada cenitalmente, creando una sensación de amplitud gracias a la conexión con el exterior y a la gran cantidad de luz, que desdibuja la lobreguez del espacio.
Los dormitorios y el baño disfrutan de una considerable altura libre gracias a los planos inclinados de cubierta, que también dan personalidad al espacio.
Pequeñas ventanas introducen una luz rasante que crea un ambiente acogedor a la par que alegre, gracias a la paleta de colores que se mantiene en la misma gama utilizada en la planta inferior.
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