La nueva sede de la empresa de agricultura ecológica IDAI NATURE, diseñada por el estudio de arquitectura valenciano dirigido por Rubén Muedra, en colaboración con la proyectista Passivhaus Isabel Sánchez, ha sido reconocido este año como un proyecto de referencia de arquitectura sostenible en su tipología
El edificio de oficinas situado en La Pobla de Vallbona, Valencia, de 850 m2 de superficie útil distribuida en un total de 3 plantas, es el primero de su sector en alcanzar la certificación Passive House, consiguiendo un edificio de consumo energético casi nulo y de alto confort en un clima cálido y en un edificio de altas ganancias internas.
El secreto de este logro reside en su envolvente, que combina criterios pasivos de diseño con sistemas constructivos basados en la total eliminación de puentes térmicos y la apuesta por un aislamiento eficiente.
El edificio cuenta con un aislamiento térmico de XPS de 6 cm de espesor situado bajo la solera, un aislamiento de EPS de 16 cm en la cubierta, y una fachada ventilada que dispone de una piel exterior de policarbonato que se superpone a un Sistema SATE que cuenta con planchas de 10 cm de EPS grafito. De este modo se consigue una envolvente eficiente con una imagen atractiva, tanto de día como de noche, gracias a la retroiluminación del policarbonato.
La disposición, tamaño y protección de los huecos está perfectamente estudiada según la orientación de la fachada. El edificio cuenta con un muro cortina en el testero sur, protegido por el saliente de la envolvente, que proyecta sombra sobre el mismo durante la época estival, a la vez que permite que el sol penetre al interior durante el invierno.
En las fachadas longitudinales, con orientación este y oeste, los huecos tienen un corte horizontal. Cuentan con carpinterías especiales con baja transmitancia y vidrios aislantes, de baja emisión, con tratamientos para reducir el factor solar y protecciones móviles tanto exteriores como integradas en los mismos.
Estos criterios de diseño se combinaron con estrategias de ventilación natural y mecánica, para garantizar la calidad del aire interior. Dispone de un sistema de ventilación controlada de doble flujo con filtrado del aire exterior y una chimenea de ventilación natural situada en el patio norte, que ayuda a eliminar la carga de calor interior durante la noche en época estival.
La elección de materiales también apuesta por la sostenibilidad, combinando materiales tecnológicos con baja emisión de COV con otros naturales, principalmente la madera, que protagoniza los acabados interiores, destacando su color y textura sobre una paleta predominantemente neutra, de paramentos lisos en blanco y negro.
El toque de color lo aportan las piezas de mobiliario, principalmente en los espacios de descanso y relación para los trabajadores.
Así mismo, el verde está presente en los elementos vegetales que se distribuyen tanto en el exterior como en el interior del edificio.
En el exterior se combinan grandes extensiones de césped con un pavimento drenante compuesto por piezas prefabricadas de hormigón blanco con plantación de gramínea.
Esta combinación de pavimentos duros y blandos se extiende a la terraza sur en planta baja, creada por el retranqueo del muro cortina de la fachada.
También los elementos verdes se introducen en el interior del edificio, desde jardineras instaladas en las propias oficinas hasta el jardín vertical de la recepción, un rico espacio a doble altura donde la lámina verte comparte protagonismo con una escultural escalera en blanco y negro.
En la azotea transitable, que proporciona un lugar de descanso y relación social al aire libre para los trabajadores, una sucesión de jardineras rodean el perímetro, donde se planta la vegetación, destacando sobre el pavimento entarimado de madera que dota a este espacio de un carácter más doméstico.