La cabaña Bjellandsbu, situada en las montañas de Åkrafjorden, en Etne, la parte occidental de Noruega, diseñada y construida en 2013 por Snøhetta, es un vivo ejemplo de arquitectura integrada en su entorno, construida con materiales propios del lugar, que le permiten confundirse con él.
Se trata de un refugio de montaña para la familia del propietario, Osvald Bjelland, con capacidad para albergar a 21 personas en tan sólo 35 m2. El programa es muy sencillo, dispone simplemente de un pequeño espacio en la entrada para almacenamiento y cocina, y una zona diáfana plurifuncional que se organiza alrededor de una gran chimenea central, al más puro estilo tradicional. En torno a ella, se disponen bancos de gran dimensión que sirven de zona de asiento y descanso durante el día, y como cama durante la noche, permitiendo a los visitantes "acampar " junto a la chimenea. La forma curva del edificio permite aprovechar la zona de mayor altura para crear una especie de altillo donde albergar más zonas de descanso.
Su construcción está basada en dos conceptos, la integración en el paisaje y el uso de materiales locales, dado que el lugar tan sólo es accesible a pie o a caballo. Dos vigas de acero paralelas enmarcan las dos fachadas principales y componen la estructura del edificio, apoyando en una losa de hormigón. Sobre ellas descansa el forjado de la cubierta, configurado por troncos de madera local, como si de una cubierta a la molinera se tratase, sobre los que se dispone un tablero, también de madera, cubierto con una capa vegetal. El cerramiento vertical que sigue a la cubierta se materializa con un muro de mampostería realizado con piedra de los alrededores.
La materialización de la envolvente dispuesta bajo las vigas de acero responde a cada orientación. La fachada norte se resuelve con paneles de madera, aislando el interior del frío extremo que caracteriza el lugar, donde se abren tres huecos de ventana con distintos formatos que enmarcan el paisaje, cuando no están cubiertos por la nieve.
La fachada sur se cierra con una piel de vidrio que permite captar la mayor cantidad de luz y sol, que colabora en la climatización del espacio interior.
Fotografía: James Silverman