The Echoes es un conjunto de 3 bloques que albergan un total de 53 viviendas municipales y un centro social en Seabrooke Rise Estate, cerca de la estación de Grays, Essex, diseñado por Bell Phillips Architects, otro ejemplo de arquitectura social de calidad.
El proyecto residencial reemplazó un antiguo aparcamiento situado en una compleja parcela triangular, estrangulada por la calle de acceso, una vía secundaria y las vías del ferrocarril. Los 3 bloques lineales que conforman el conjunto logran aprovechar la forma de la planta, sacando el máximo partido a la misma, proporcionando una original fachada a las calles principales, creando un jardín comunitario trasero, una franja verde que aleja a los edificios de las vías, minimizando el impacto acústico de las mismas en las vidas de los habitantes y mejorando su calidad de vida y sus relaciones sociales.
Los 3 bloques varían su altura creando una poligonal quebrada con sus cornisas, que se eleva de 3 a 6 alturas en función del tramo, adaptándose así a la escala urbana de los edificios vecinos.
La interrupción de los bloques se aprovecha para encajar las rampas y escaleras de acceso al jardín interior, desde donde se produce la entrada a cada edificio.
Una mayoría de las viviendas tienen dos dormitorios, aprovechándose la pieza de esquina de uno de los bloques para encajar una tipología de 3 habitaciones, existiendo también apartamentos de 1 solo dormitorio en cada una de las piezas.
La característica más singular de las viviendas y que otorga su carácter al edificio son los balcones triangulares que disponen las zonas de día en todas las tipologías, que sobresalen de la fachada principal de los 3 bloques, proporcionando vistas panorámicas del estuario del Támesis, orientados al sur una mayoría de ellos.
Se trata de voladizos de hormigón que destacan de la fachada de ladrillo caravista rompiendo su monotonía. Los antepechos se materializan con una chapa metálica, paneles de aluminio anodizado corrugado y perforado, que proporcionan la rigidez necesaria al elemento a la vez que crean una veladura que no impide por completo la visión a través de ellos, gracias a los orificios practicados en la chapa.
El edificio tiene un uso híbrido, dando cabida a un centro comunitario que ofrece un espacio donde los habitantes del barrio pueden celebrar reuniones de toda índole, ubicado dentro de uno de los bloques residenciales, ocupando dos de sus niveles.
A pesar de pasar desapercibido dentro del volumen residencial, los huecos de fachada marcan su presencia con grandes acristalamientos en la envolvente que conectan visualmente el centro con el barrio.
Imágenes: Kilian O'Sullivan
https://www.bellphillips.com/project/seabrooke-rise/