Entrevistamos a Joaquín Millán, arquitecto director de OOIIO Arquitectura, nombrado por Forbes como uno de los 100 creativos más importantes de España
Joaquín Millán Villamuelas, Arquitecto. Director creativo y fundador de OOIIO Arquitectura
OOIIO Arquitectura cumplió 10 años como estudio en 2020, ¿cómo comenzó todo?
OOIIO es un estudio de arquitectura que se fundó un poco sin saber muy bien lo que se estaba haciendo a raíz de un primer encargo muy sencillito.
Yo estaba trabajando de sol a sol en OMA, junto a Rem Koolhaas en Róterdam, y había estado trabajando anteriormente unos años en Foster + Partners, en Londres. Digamos que ya llevaba una cierta trayectoria profesional en grandes despachos de arquitectura internacionales, participando en el diseño de algunos de los edificios más importantes que se estaban proyectando en esos momentos en países como Qatar, Estados Unidos, Turquía, etc.
Unas navidades volví a mi pueblo a pasar esos días en familia y un amigo me preguntó si le hacía una casa allí para él y su novia. Me pareció divertido hacer un pequeño proyecto por mi cuenta y dar así un cambio a mi vida, dejando el “star system” arquitectónico aunque fuese por un tiempo para probar otras cosas, volví a España… y así se fundó OOIIO.
Desde entonces un proyecto ha llevado a otro y hasta hoy.
¿Qué aprendizaje has sacado de estos años de trayectoria al frente de OOIIO?
En realidad la oficina se ha montado completamente desde cero, así que en este tiempo hubo que hacer de todo: desde algo tan básico como buscar un espacio adecuado y comprar mesas y ordenadores para trabajar, hasta crear un equipo humano equilibrado para dar la salida a los proyectos, conseguir una red de proveedores y profesionales de confianza para ejecutar las obras, etc, etc.
Quizá el aprendizaje más importante para el estudio ha sido saber crear un método creativo propio capaz de diseñar edificios originales, diferentes, de forma profesional y eficaz dentro de los plazos y presupuestos que nos marca cada cliente. Eso sí que es un logro importante que nos ha dado un impulso definitivo como estudio de arquitectura, pasando de ser un equipo joven y emergente a un estudio más serio y grande.
¿Hay alguna cualidad en particular que defina la arquitectura de OOIIO?
Si hay algo que ha marcado la arquitectura de OOIIO desde su fundación es sin duda la necesidad de controlar muy bien los presupuestos. Creo que podría decirse que somos un “estudio austero” de arquitectura.
OOIIO nació en 2010, al comienzo la extraordinaria crisis económica que arrasó el sector de la construcción en España. Durante los primeros años el principal problema del estudio era sin duda la dificultad para conseguir encargos, directamente no los había en el mercado. Si se conseguía uno era con la premisa de que el presupuesto era muy bajo para lo que se pretendía realizar.
Si no respetábamos escrupulosamente esa condición el proyecto directamente nunca sucedería. Esto se prolongó durante demasiados años y al final es algo que ha terminado por definir la línea de trabajo del estudio: OOIIO sabe hacer proyectos atractivos utilizando los recursos justos.
Estamos muy acostumbrados a trabajar con presupuestos realmente ajustados. De hecho no sé si sabríamos hacer un proyecto sin límite presupuestario, nos sentiríamos un poco perdidos.
¿Hay alguna estrategia concreta detrás de la obra de OOIIO Arquitectura?
La verdad es que OOIIO no busca una intención o una línea de trabajo estratégica. Vamos produciendo proyectos respondiendo a los estímulos que hay alrededor del estudio y de cada encargo. Sólo de vez en cuando miramos hacia atrás a ver qué ha salido.
Resulta que en esos ejercicios de reflexión que hacemos a veces sobre nuestros proyectos, hemos descubierto ciertas constantes que se van repitiendo en nuestra obra, que sinceramente no han sido a propósito, sino que han salido así, de forma natural y espontánea como respuesta a los problemas que teníamos que resolver. Al ver que esas estrategias nos han funcionado, simplemente las vuelto a repetir.
¿Por ejemplo?
Pues por ejemplo, podemos decir que la arquitectura de OOIIO responde siempre a esquemas sencillos. No busca la complejidad, sino la funcionalidad, la claridad tanto programática como compositiva. Son proyectos que se entienden fácilmente, en los primeros vistazos.
También la forma, la geometría, la silueta, es importante. Nuestros proyectos buscan transmitir emociones a través de la arquitectura, y sin duda las formas son capaces de hablar, de expresarnos sensaciones. Y eso es algo que cuando lo descubrí no ha dejado de fascinarme.
Nos gusta experimentar con materiales y soluciones sencillas pero aplicadas de alguna forma diferente, buscando la sorpresa y la expresividad.
Nuevamente transmitir emociones de todo tipo con la arquitectura. Eso es muy importante en OOIIO.
Mirando los proyectos de su estudio, efectivamente se pueden apreciar esas características comunes, pero en realidad cada proyecto parece muy diferente al otro. ¡No veo dos casas iguales en su web!
Eso se debe a nuestro proceso creativo, ese que hemos aplicado en el estudio para gestionar mejor nuestro trabajo y que nos está dando unos resultados tan buenos.
Cada proyecto se empieza completamente de cero. Se analizan las premisas fundamentales de cada encargo y se intenta experimentar siempre algún camino distinto para llegar a resultados lo más óptimos posibles para cada proyecto. Aquí la creatividad es fundamental, cuanto antes entre en la búsqueda de soluciones mucho mejor, porque así la originalidad estará garantizada desde los primeros bocetos.
No nos cortamos a la hora de experimentar, invertimos los recursos que no tenemos en seguir explorando soluciones alternativas a los distintos problemas que se nos plantean y eso nos lleva a que los resultados al final parecen y son muy dispares.
Sabemos cómo va a empezar un proyecto pero nunca sabemos cuál va a ser el resultado final. Es un camino abierto. Todo depende de los estímulos que afecten al proyecto durante el proceso de diseño y ejecución.
¿A qué se refiere con esos “estímulos” que afectan al proceso?
OOIIO es un estudio de arquitectura tipo atelier, no es un gran despacho corporativo que tiene una serie de soluciones estandarizadas que repite y rentabiliza en cada proyecto, sino que más bien se parece al taller de costura donde se hacen trajes a medida personalizados para cada cliente. Siempre buscamos responder con propuestas originales a cada problema que nos plantean.
Por eso escuchamos muchísimo al cliente y sus necesidades para incorporar en los proyectos elementos que sean perfectos para ellos. Toda la información sobre sus necesidades que compartan con nosotros es siempre oro para hacer un buen proyecto lo más ajustado a lo que realmente van buscando.
No hacemos proyectos para nosotros, para satisfacer nuestro ego como arquitectos, eso sería un error, sino que somos conscientes que estamos dando un servicio a otras personas.
A parte, como buenos creativos estamos siempre con los ojos muy abiertos a todo lo que sucede a nuestro alrededor, y de repente en un proyecto nos puede influir la música que estamos escuchando en el despacho mientras proyectamos, la película que vimos anoche o esa imagen tan potente que ha llegado a nosotros a través de cualquier pantalla.
Todos esos estímulos van definiendo el proyecto hasta el resultado final.
Si siempre buscan soluciones diferentes, no estándar, ¿cómo rentabiliza el estudio?
Intentamos mantener un equilibrio realmente complejo entre parecernos a un laboratorio donde se experimenta constantemente y se invierten muchos recursos en i+d+i (algo normalmente muy deficitario económicamente) y un despacho rentable que tiene que pagar sus facturas, salarios, impuestos y llegar a final de mes saneadamente.
Estoy convencido de que existe un lugar en el mercado para empresas creativas como la mía, aunque La verdad es que no es nada fácil encontrarlo. Esto es algo que he hablado con muchos profesionales que se dedican a trabajos creativos. La creatividad requiere un tiempo y esfuerzo extra que es difícil de cuantificar, medir, facturar,… no se pueden predecir fácilmente los resultados.
Esto no sólo le afecta a los arquitectos que hemos apostado por desarrollar nuestro trabajo desde la creatividad sino también a chefs, modistas, diseñadores de todo tipo, músicos, artistas, etc.
Los españoles somos especialmente creativos por cultura, va en nuestro ADN. No entiendo como no hemos sido capaces de organizar una industria nacional potente de empresas creativas, como modelo de negocio nacional alternativo. Seríamos sin duda potencia mundial. La marca España ya lleva implícita sabor a creatividad. Nos ayudaría a no ser tan dependientes por ejemplo del turismo de “sol y playa” que creo ya tenemos suficientemente explotado y rentabilizado.
¿Qué podemos esperar de OOIIO Arquitectura en los próximos 4 o 5 años?
En los últimos años OOIIO está creciendo. No de forma muy rápida, pero sí de forma constante y firme. Cada vez manejamos más proyectos a la vez en el despacho. No sólo es una cuestión de cantidad, sino sobre todo de calidad de esos proyectos, lo que sin duda es mucho más importante para nosotros.
Estamos pasando de ser un despacho cuyo objetivo primordial era básicamente sobrevivir a fin de mes a un estudio de arquitectura capaz de resolver proyectos complejos que aportan y que transmiten cosas. Los encargos son cada vez más atractivos y mayores. Hemos tenido picos de trabajo muy fuertes y hemos tenido que rechazar proyectos por no poder darles servicio con la calidad y el cariño con el que nos gusta hacer las cosas. Esto hace unos años para nosotros era simplemente una utopía.
Esta evolución me hace ser optimista con el futuro próximo de OOIIO, sobre todo cuando terminemos las obras que tenemos ahora mismo en marcha, que han dado un salto hacia delante en radicalidad y calidad arquitectónica.
Aunque a estas alturas de la película ya no puedo más que ser muy muy prudente con cualquier predicción de futuro en esto de la arquitectura y la gestión de una empresa creativa que quiere salir adelante apostando por la calidad del diseño.
Dependemos muchísimo de los ciclos económicos, los cambios sociales que se están produciendo, lo que vaya demandando el mercado en cada momento y un largo etcétera de factores externos.
Todo es cada vez más cambiante y efímero. ¡Nada es estable!
Quizá esa es la única constante hoy en día. Así que lo único que podemos hacer es ser muy prudentes, tener los ojos bien abiertos y seguir trabajando duro cada mañana por lo que nos apasiona: la arquitectura.