Wool Bricks. Imagen: Carmen Galán y Carlos Rivera.La fabricación de ladrillos es, tras la emisión de los automóviles, una de las principales fuentes de emisión de gases contaminantes de efecto invernadero a la atmósfera, motivo por el que muchos investigadores se adhieren al compromiso de crear nuevas tipologías de ladrillos que, sin perder prestaciones mecánicas, comprendan procesos de construcción más ecológicos y sostenibles.
Una de estas tipologías ha sido desarrollada durante los últimos años por investigadores españoles, Carmen Galán y Carlos Rivera, de la escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, en colaboración con la Universidad de Strathclyde de Glasgow. Su propósito era obtener un producto sostenible y adecuado para la climatología propia del Reino Unido, un clima frío y húmedo.
Los conocidos como ladrillos de lana son ladrillos tradicionales de barro, a los que se añaden fibras de lana y un polímero natural, alginato, que se produce en las paredes de las células de las algas marinas, que son secados de forma natural, sin ser sometidos a ningún proceso de cocción.
Los resultados obtenidos por los investigadores muestran que se mejora notablemente la resistencia a compresión, hasta un 37% superior a los ladrillos no cocidos tradicionales, y la resistencia a flexión, además de que se reduce la deformación y la fisuración. A su vez, se reducen los tiempos de secado natural del material.
Por tanto, sus buenas prestaciones mecánicas, sumado al ahorro energético debido a la eliminación del proceso de cocción, y al uso de materiales de la zona, en este caso arcillas de las inmediaciones y lana de oveja de los excedentes de la industria textil local, convierten a los ladrillos de lana en un producto ecológico, que reduce al mínimo su huella de carbono, que se presenta como alternativa a los ladrillos tradicionales tanto cerámicos como de hormigón.
Los resultados fueron expuestos por los investigadores en la prestigiosa revista Construction and Building Materials.
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0950061810000206
Fotografía: Carmen Galán y Carlos Rivera
