Mermaid Multihouse es un prototipo de vivienda pareada multigeneracional diseñada por Partners Hill en colaboración con Hogg & Lamb, que propone una nueva forma de cohabitar para miembros de una misma familia, manteniendo a su vez la independencia y privacidad.
Se trata de dos viviendas dúplex pertenecientes a madre e hijo, que ocupan una única parcela, a la vez que duplican los espacios para crear zonas de vida independientes.
La escala y la densidad de la edificación se integran perfectamente en su entorno urbano, manteniendo un desarrollo en dos niveles, como la de la mayoría de las residencias vecinas.
La singularidad de la vivienda, además de su materialidad, se encuentra nada más cruzar sendos accesos simétricos, que conducen a dos galerías exteriores dispuestas junto a la pared medianera entre las viviendas, ejerciendo de pasajes que comunican con el jardín trasero, y recuperan la cuarta fachada perdida por la unión de ambas viviendas.
Los distintos espacios interiores, tanto de día como de noche, abren huecos a este corredor exterior abovedado de doble altura.
Ello permite disponer habitaciones y estancias con acceso independiente, así como multiplica los puntos de entrada de luz natural difusa, garantizando a su vez una ventilación cruzada en todos los espacios interiores, de gran importancia dado el clima de la zona.
La distribución interior es exclusiva para cada vivienda, con espacios de día, habitaciones y zonas de trabajo, que comparten en ambos casos criterios comunes. Los espacios interiores vuelcan tanto hacia el pasaje como hacia el jardín, hacia el cual se abren los principales espacios de día a través de grandes cerramientos de vidrio.
Las viviendas se resguardan del exterior. Una celosía compuesta por bloques de hormigón vela las vistas de los huecos de la fachada principal. Los bloques de hormigón gris orientan los huecos ovalados hacia la calle, pasando por delante de las ventanas frontales, otorgándoles la protección y privacidad requeridas.
En el caso de las fachadas laterales, prácticamente ciegas, se recurre a un cerramiento acabado con chapa metálica grecada, en la cual se integran estrechas ventanas de corte vertical protegidas con lamas.
Esta chapa metálica resuelve también el antepecho de cubierta en la fachada principal, ejerciendo de nexo integrador entre los distintos cerramientos.
Los interiores de las viviendas son neutros, con acabados blancos lisos, a la par que cálidos, gracias a los pavimentos de madera.
En el pasaje el cambio del pavimento refuerza la idea con la que fue concebido, escogiendo en este caso un solado de terrazo continuo, que dispone unas bandas de gravas sueltas en sus laterales, más acorde a su condición de espacio exterior.
También destaca la cubierta del pasaje, resuelta con listones blancos, encargados de filtrar y matizar la luz.
Imágenes de Alex Chomicz