Los arquitectos Marit Justine Haugen y Dan Zohar, del estudio Haugen/Zohar Arkitekter (HZA), con sede en Oslo, han diseñado el área de descanso de Uredd, Ureddplassen, la última intervención encargada por Norwegian Scenic Routes.
Se trata de un conjunto de 18 rutas turísticas creadas en Noruega, donde grandes arquitectos diseñan espacios equipados para la contemplación de parajes naturales de gran belleza del país, con miradores, áreas de picnic e incluso baños públicos.
En este caso se ha intervenido en la carretera Fv17, en la ruta Helgelandskysten, en la parte norte de la ciudad de Gildeskal. Se trata de un lugar de gran popularidad, al cual acuden los turistas para contemplar el sol de medianoche durante el verano y las auroras boreales en invierno.
El proyecto incluye una gran explanada, constituida por una gran losa de hormigón, cuyos límites se adaptan al borde costero, ejerciendo de transición entre la carretera y la playa de guijarros contigua.
En esta gran explanada se disponen dos bandas, la primera de aparcamiento y la segunda con zonas de descanso desde las cuales contemplar el paisaje y los espectáculos naturales, a modo de lengua que se extiende por la línea de costa.
En uno de los extremos encontramos un conjunto de bancos, materializados con mármol rosa nacional, a modo de bloques de piedra que se dejan caer sobre la base de hormigón, tallados con una sencilla forma prismática de contornos suaves y redondeados, donde el material, su textura y su color adquieren el protagonismo.
En el otro extremo se dispone una escalera que salva el desnivel entre el mirador y la playa, constituida con piezas de hormigón prefabricado que ejercen de graderío, proporcionando una zona de asientos alternativos cuyo punto de atención se sitúa en el mar.
Rematala plataforma por un lado el antiguo monumento a los 42 tripulantes del submarino hundido durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943, pieza que data de 1987, a la cual se ha añadido una base del mismo mármol escogido para los bancos.
El límite opuesto lo remata la pieza fetiche del conjunto, un original baño público ubicado bajo un pliegue del hormigón de la plataforma, a modo de ola. La cabina, de carácter totalmente escultórico, incluye dos aseos, uno de ellos accesible, al cual se accede por el espacio cubierto que proporciona la forma curva del edificio.
La envolvente se materializa con vidrio esmerilado, que ayuda a convertir esta pieza de equipamiento en un hito dentro del conjunto, convirtiéndose en una auténtica caja de luz durante la noche. La cubierta dispone de paneles solares que garantizan la autonomía energética de la pieza.
Imágenes: Steinar Skaar & Lars Grismby