Florian Nagler Architekten son los creadores del nuevo taller-estudio-almacén del artista gráfico y pintor Peter Lang, situado en las afueras de GleiBenberg, Alemania.
Se trata de un conjunto de tres salas de unos 200 m2 cada una, dispuestas en paralelo y ligeramente desplazadas unas respecto de las otras, que albergan los tres espacios requeridos por el cliente. Su arquitectura se inspira en el entorno rural que rodea al edificio, casas de diversos estilos con 2 alturas su inmensa mayoría, integrándose en él con una volumetría creada por tres naves sobrias, robustas, masivas, rematadas con sus correspondientes cubiertas a dos aguas.
Cada una de las naves dispone de un gran portón corredero, tipo granero, que da acceso al interior, opaco en el caso del almacén, acristalados los otros, permitiendo la conexión visual exterior-interior desde la entrada.
El edificio se caracteriza por una construcción sólida, de muros de mampostería de gran espesor, ciegos en una mayoría de las fachadas, destacando entre las pocas aberturas existentes la gran rasgadura horizontal dispuesta en la nave que alberga el estudio, situada en uno de los extremos, que abre sus vistas al entorno, bañando a su vez con gran cantidad de luz natural el espacio interior.
El estudio cuenta con un acceso secundario situado junto a la gran ventana.
El resto de fachadas permanecen ciegas o cuentan con pequeñas ventanas de corte vertical dispuestas estratégicamente para iluminar el interior de las naves, principalmente los espacios destinados a exposición.
La entrada principal de luz en todos los espacios interiores procede de la cubierta a dos aguas, donde se abre un gran lucernario que recorre longitudinalmente la cumbrera.
La considerable altura libre de las naves, cercana a los 7 m, responde a las necesidades de almacenamiento de gran cantidad de obras de arte en la sala que ejerce de almacén, permitiendo disponer un sistema de varios pisos que aprovecha al máximo la capacidad que brinda el espacio, quedando los distintos niveles conectados por simples escaleras.
Las otras dos salas, el taller y el estudio, disfrutan de un espacio totalmente diáfano, pudiendo funcionar como espacios independientes o como una sala conjunta de gran dimensión, gracias a la disposición de un tabique móvil situado bajo un gran dintel de hormigón que recorre longitudinalmente el muro divisorio entre ambas naves, resolviendo estructuralmente el hueco.
En cuanto a la materialidad, el edificio se caracteriza por la austeridad y simplicidad de los sistemas constructivos elegidos, que a su vez resuelven a la perfección los requerimientos climáticos que un espacio destinado al almacenamiento de obras artísticas impone. Los espesos muros de fábrica de ladrillo, inspirados en las iglesias de la zona, proporcionan un gran aislamiento térmico, con variaciones mínimas de temperatura en el interior del edificio, principalmente en la sala del almacén, que apenas dispone de huecos practicados en el cerramiento.
El muro queda sin revestir en su cara interior en el caso del almacén, mientras que en el taller y el estudio se cubre con una simple pintura blanca que, proporcionando un acabado neutro, permite apreciar la textura de la fábrica, dando el carácter tosco perseguido a los espacios.
La fachada tiene una imagen exterior también tradicional, encalada, de color blanco, con un acabado basto de la pasta, en la que se aprecia la paletada.
Los canalones de las cubiertas y los rieles de las puertas correderas voladas, de acero galvanizado, destacan sobre el encalado, ejerciendo de elementos compositivos de la fachada.
Las naves se cubren con cerchas de madera que apoyan en los muros de fábrica longitudinales. Poseen dos puentes para no obstaculizar la entrada de luz desde el lucernario. Tanto la madera de las cerchas como la de los tablones que materializan la cara interior del tablero están esmaltadas en color blanco, unificando el tono de los acabados interiores.
El mobiliario queda reducido a su mínima expresión, presente principalmente en el estudio, reforzando el carácter industrial del edificio.
Imágenes: Stefan Müller-Naumann
https://www.architektur-fotograf-muenchen.de/projekte/atelier-peter-lang-in-gleissenberg/