El Estudio Bunkhouse de Cutler Anderson Architects es una pequeña cabaña ideada y construida con su hija de 11 años, que convierte una antigua caseta de herramientas en un espacio multiuso anexo a la casa principal, situada en Bainbridge Island , Washington.
Jim Cutler, arquitecto cuya firma es conocida por crear una arquitectura integrada en entornos naturales, concibe esta pequeña cabaña junto a su hija Hannah para crear entre ambos un espacio alternativo a la vivienda, a tan sólo 9 m de distancia de la misma, que sirva de espacio multiuso para toda la familia, como cabaña donde la niña pueda celebrar fiestas pijama, estudio para el padre, sala de juegos o retiro para la lectura.
Se trata de una cabina de tamaño reducido, tan sólo 7,4 m2, diseñada con un mobiliario móvil construido a medida para optimizar el espacio y dar cabida a todos los usos para los que fue pensada. Tiene una planta sensiblemente rectangular y se organiza en 3 bandas, las laterales de servicio, disponiendo a un lado un escritorio abatible y al otro una cama plegable, y la central completamente libre, ejerciendo de zona de paso cuando los muebles están en posición de uso.
Se encuentra integrada entre la vegetación circundante, en la que se integra gracias a su materialidad. Aprovecha a la vez las vistas del entorno, disponiendo de una gran ventanal en la fachada oeste que mira hacia el mar.
El acceso a la cabaña se produce a través de un sendero de listones de madera que apoyan sobre una estructura de hormigón para salvar la distancia entre la casa principal y la cabina, sorteando la vegetación existente con suaves curvas que muestran el máximo respeto por la naturaleza del lugar.
Está construida principalmente con madera de abeto Douglas, constituyendo un armazón al que se incorporan planchas rígidas de aislamiento térmico que permiten disfrutar de este espacio durante todas las épocas del año, consiguiendo el máximo confort interior.
La estructura muestra la madera desnuda hacia el interior, mientras que el exterior se reviste con planchas de acero corten de 60 cm de longitud, que se superponen a modo de tejas.
El acondicionamiento del aire interior se realiza mediante una estufa de leña de hierro fundido de gran eficiencia durante el invierno, y un pequeño refrigerador, camuflado debajo de la estufa durante el verano.
Así mismo, la cabaña dispone de baterías ocultas tras el escritorio, que permiten un funcionamiento autónomo en caso de corte del suministro eléctrico.
Desde su construcción, la pequeña cabaña ejerce de zona de juegos para la niña, espacio de trabajo para el padre y de diván común para toda la familia.
Imágenes: Art Grice
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